Oviedo

Mejuto González tiene una carrera jalonada de premios. En 1993 recibió el «Silbato de oro» por su actuación en la Segunda División B. Al año siguiente debutó en Segunda División, categoría en la que sólo pasó un año, ya que al siguiente ascendió a Primera. Su debut, con 30 años, se produjo el 16 de septiembre de 1995, en un Valladolid-Compostela. Fue trofeo «Guruceta» en 2001-02, 2002-03 y 2003-04. Y premio «Don Balón» al mejor árbitro en 1996-97, 1998-99, 2002-03 y 2005-06.

Cuatro años después de su debut en Primera, ya tenía la escarapela de la FIFA, que ha lucido por todos los campos del mundo. Su momento más culminante tal vez fue su arbitraje, en mayo de 2005, en la final de la Liga de Campeones de Europa, en Estambul, entre Milán y Liverpool. Ciento veinte minutos de juego, un gol anulado a Shevechenko a instancias de uno de sus ayudantes y un penalti contra los italianos que supuso que los británicos empataran el partido, que, finalmente, se fue para los que nunca caminan solos. Como Mejuto.