Oviedo

«Te engañaría si dijese que el coche tendrá cosas nuevas para Canadá. No sé cuándo estarán». La confesión de Fernando Alonso nada más terminar el Gran Premio de Mónaco delata los planes de Renault. El renovado coche que el equipo presentó en Barcelona los lanzó hacia la cabeza del pelotón intermedio. Pero la ambición en la casa del rombo no se termina ahí. Trabajan al límite, con la presión que impone un piloto con dos títulos mundiales. La sola presencia de Alonso consigue que cada ingeniero, cada mecánico, dé el cien por ciento de sí mismo. Con el asturiano, los plazos se acortan y los proyectos se aceleran. Hay que mejorar el coche porque un piloto de su calibre merece la mejor máquina posible. Después de confirmar el primer salto de calidad, debe llegar otro más. En la marca ya le ponen fecha. Será en Silverstone, durante el Gran Premio de Inglaterra, el 6 de julio.

El R28 abundará sobre los elementos que se han mostrado efectivos para incrementar su rendimiento. En la fábrica de Enstone está muy avanzada una nueva versión del amortiguador inercial (conocido como j-dumper o i-dumper) que estrenaron en Montmeló, según informaciones del diario «As». En este caso, es una adaptación del sistema que se ha desarrollado para su adaptación al tren trasero. El buen resultado del i-dumper sobre la parte delantera del monoplaza aceleró el proceso de diseño y desarrollo de su gemelo para el tren trasero.

El amortiguador inercial es un sistema que incorpora una masa móvil que rota sobre sí misma para contrarrestar la ausencia de ayudas electrónicas en la tracción y en la frenada.

Su misión es minimizar las vibraciones que sufre el monoplaza y estabilizar su posición respecto al suelo. En el caso concreto del elemento que se incorporará al eje trasero en Silverstone, la incidencias será, básicamente, sobre la tracción del vehículo, uno de los puntos más débiles del R28. Esos problemas de tracción hacen que el coche de Renault sufra demasiado a la hora de recuperarse a la salida de las curvas, sobre todo de las más lentas.

La nueva suspensión podría repercutir en una mejora de dos décimas por vuelta, según los cálculos que hacen en la fábrica. Los ingenieros que velan por el monoplaza de Fernando Alonso están volcados también en el túnel del viento, después de comprobar que sus datos de aerodinámica son inferiores a los de otros equipos, significando una pérdida de trayectoria muy anterior a la de otros monoplazas. Por eso la idea es también introducir nuevos elementos aerodinámicos.

En la otra fábrica, la francesa de Viry-Chatillon, donde se desarrollan los motores, trabajan con más limitaciones. La prohibición de actuar sobre la mayor parte de sus componentes complica mejorar el rendimiento del propulsor, aunque el objetivo es conseguir que ese motor ofrezca algunos caballos más que en la actualidad.

Nada llegará antes de correr en Inglaterra. Entre tanto, dos carreras, Canadá y Francia, a la espera de nuevas mejoras. Briatore ya sueña con Alonso luchando por el podio.