Gijón, Víctor RIVERA

El pasado 6 de enero, en el estadio cordobés de El Arcángel, Sergio Matabuena hizo las veces de Rey Mago y le regaló dos golazos al sportinguismo que salvaron uno de los tres puntos que los rojiblancos tenían perdidos. La enorme igualdad con la que se ha llegado al tramo final de la competición da más valor todavía a la proeza que protagonizó Sergio Matabuena. Aquel día, Bilic debutó con el Sporting y hasta tuvo una ocasión en los minutos finales para haber completado la remontada. El empate en El Arcángel les supo a victoria a los rojiblancos.

«Un jugador como yo no suele marcar dos goles en un mismo partido y por eso guardo un buen recuerdo del choque de Córdoba, porque fue un partido bonito que teníamos casi perdido y que pudimos remontar». Sergio Matabuena Delgado (Santander, 12-2-79) no es de los que se dejan llevar por euforias transitorias. Muy al contrario, el cántabro es frío en su análisis: «Arañamos un punto que estaba perdido».

Al mérito de los dos goles que firmó aquel día -el primero con la cabeza y el segundo con un espectacular disparo de larga distancia- se añade la belleza del tanto que supuso el empate. El cántabro valora que «no todos los días se meten goles como el segundo que marqué en El Arcángel y yo no recuerdo haber marcado uno similar ni cuando estaba en las categorías inferiores».

Aquel partido quedó marcado muy pronto por la expulsión de Míchel, que dejó en inferioridad al Sporting. Matabuena recuerda perfectamente cómo transcurrió aquel encuentro. «Fue un partido un poco complicado. Empezamos bien, pero con la expulsión de Míchel encajamos dos goles y nos fuimos al descanso con la sensación de que el partido estaba muy complicado. Luego el entrenador dio entrada a Iván y ganamos fuerza en el centro del campo», explica.

Curiosamente, los dos único goles que Matabuena ha logrado como rojiblanco los logró aquel día. El cántabro casi bromea con el dato, ya que asume que, entre sus virtudes como futbolista, no está la de ser un goleador: «Casi todos los años que he jugado marqué dos o tres goles, pero no mucho más de ahí». Y eso que no siempre ha asumido un rol tan defensivo como el que tiene en el Sporting. El propio Matabuena recuerda que «en el Racing, algunas veces, jugábamos tres en el centro del campo, y eso nos permitía llegar un poquito más».

Desde su llegada al Sporting, Matabuena se ha convertido en uno de los líderes del vestuario por su seriedad, su carácter y su profesionalidad. Ahora se erige en portavoz de la plantilla para señalar que, si se quiere poner la guinda del ascenso a la temporada, «es fundamental que logremos la victoria ante el Córdoba y todos estamos muy concienciados para ello». El conjunto verdiblanco dará por bueno llevarse un punto de El Molinón. «Tras haber ganado el otro día, ellos quizá vengan un poco más a especular con el empate, pero a nosotros eso no nos importa demasiado porque jugamos en casa y tenemos todo en nuestra mano para ganar el partido», señaló. Matabuena evitó valorar el calendario de los aspirantes porque «nunca se sabe quién lo tiene más fácil, porque ya hubo partidos que parecían más sencillos de lo que fueron».