El Carbayu (Langreo), M. I.

David Villa disfrutó ayer de una emotiva jornada de fiesta. Junto a su mujer, su hija y sus padres, el Guaje asistió en el santuario de El Carbayu al enlace matrimonial del hermano de su mujer, David, con Lorena.

Al delantero valencianista, que lucía traje gris, camisa blanca y corbata en un tono azul oscuro, se le vio sonriente y relajado. A su llegada al santuario no dejó de saludar a familiares y amigos, cosa que repitió una vez concluida la ceremonia religiosa y antes de subir a su coche para dirigirse a Noreña, localidad en la que se celebró el banquete nupcial. Estrechó la mano de los invitados, se fotografió con varios, repartió besos entre el personal femenino y hasta firmó algún que otro autógrafo.

La sesión fotográfica ante los medios de comunicación fue breve, puesto que enseguida entró en la iglesia acompañado de su mujer e hija para seguir la ceremonia religiosa. Con anterioridad, el padre de David, también pidió a los medios, de forma muy educada, que no lo agobiaran con fotos y lo dejaran disfrutar del acto ya que no realizaría declaraciones, y es que como era lógico, el máximo goleador de la Eurocopa no soltó prenda sobre su futuro deportivo.

El Guaje intentó, en todo caso, sentirse ajeno ayer a todo el jaleo que se ha creado en torno a su futuro y daba la impresión que su único deseo era disfrutar junto a familiares y amigos. Además, poco podría haber comentado, ya que a media tarde de ayer la situación en el Valencia daba un nuevo giro al conocerse el cambio accionarial en el conjunto levantino que supondrá no sólo un nuevo relevo en la presidencia, sino también en los objetivos e intenciones del club.