Oviedo, C. A. S.

El macizo del Karakorum es el elitista escenario donde estos días desarrollan su actividad dos de los mejores montañeros asturianos, la canguesa Rosa Fernández y el ovetense Jorge Egocheaga. Ambos se encontraron en el campo base del Broad Peak, el «ochomil» que Rosa proyecta coronar en próximas fechas.

Para grata sorpresa de la canguesa, el sábado recibió la visita de Egocheaga, que, por su lado, iba de camino del campo base del K2. El médico y montañero quiso darle ánimos e interesarse por su estado, ya que Rosa afronta esta nueva ascensión en condiciones muy especiales, las que se derivan de su convalecencia de un tratamiento contra el cáncer de mama.

La primera asturiana y el primer asturiano que pusieron pie en el techo del mundo se contaron sus respectivos planes, que en el caso de Rosa Fernández son iniciar de forma inmediata la subida hacia los campos de altura. Su primera preocupación es reconocer el estado del Broad Peak (8.047 metros de altitud), donde existe un cierto riesgo de aludes tras las intensas nevadas de los últimos meses. Según sus estimaciones y contando con buen tiempo en las próximas jornadas, entre el 10 y el 15 de este mes espera hacer cumbre en el que sería el quinto «ochomil» de su palmarés.

Por su lado, Jorge Egocheaga se dirigía ayer hacia el campo base del K2, que con sus 8.611 metros de altitud es la segunda mayor elevación del planeta. Se trata del segundo intento del ovetense en el coloso pakistaní, donde pronto hará un año que hubo de desistir a causa de una terrible tormenta cuando se encontraba apenas a 500 metros de la cumbre.