Montpellier (Francia),

Carlos de TORRES / Efe

El Astaná de Alberto Contador y Lance Armstrong demostró su enorme potencial al adjudicarse la contrarreloj por equipos de la cuarta etapa del Tour, disputada con salida y llegada en Montpellier, de 39 kilómetros, aunque no pudo vestir al estadounidense de amarillo ya que por unas centésimas lo retuvo el suizo Fabian Cancellara.

Después de la tormenta que atizó la polémica en la casa del Astaná por el liderazgo del español Contador o Armstrong, los hombres de Johan Bruyneel funcionaron como el mejor bloque en la cronometrada que preveía el regreso de Armstrong al maillot amarillo después de tres años de ausencia en el Tour. La fiesta no fue completa porque Cancellara se quedó con la prenda dorada por centésimas, así que el hecho histórico se aplaza hasta los Pirineos, probablemente.

Astaná marcó en meta un tiempo de 46.29 minutos, 18 segundos mejor que el Garmin y 40 por encima del Saxo Bank, único equipo con favoritos (Andy y Frank Schleck), que se salvó de las garras del cuadro kazako. El Caisse D'Epargne actuó a buen nivel, séptimo, a 1.29 minutos; el Cervélo de Sastre se dejó 1.37 y el mayor pellizco en las aspiraciones se lo llevaron el Rabobank del ruso Menchov, a 2.20, y el Silence de Evans, a 2.35.

La exhibición del Astaná a lo largo de los sinuosos 39 kilómetros de recorrido le permitió colocar a cinco hombres en el «top ten» y alejar a un buen puñado de rivales en la general. Cancellara salvó por los pelos el jersey de líder, pero sabe que su destino es la espalda de Armstrong, segundo en la general con el mismo tiempo, y Alberto Contador accedió de nuevo al podio como tercero, a 19 segundos de su compañero, rival, ¿y jefe? El resultado abona un debate que enciende el Tour por los cuatro costados.

El dominio del Astaná se extiende con la cuarta plaza de Kloden, a 23 segundos, y la séptima de Haimar Zubeldia, a 54. Los nombres ilustres obligan a bajar mucho la mirada en la lista de la general, a partir del vigésimo lugar. Andy Schleck vive a 1.41 minutos; su hermano Frank, a 2.12; Carlos Sastre es trigésimo, a 2.44; Astarloza, a 2.54; Evans, a 2.59, y Denis Menchov, a 3.52. Diferencias considerables cuando el Tour ha cumplido sólo cuatro jornadas.

Con muchos ilustres distanciados, el duelo entre Armstrong y Contador está servido. Habrá morbo, interés y todo apunta a jornadas delirantes en la montaña, donde el tejano deberá demostrar si es el aquel que ganó siete Tours de Francia. De momento, Contador se muestra tranquilo.

«Hemos distanciado a muchos rivales, por lo tanto las cosas van bien. Ahora hay que mantener la concentración porque queda todo lo gordo», señaló el ciclista de Madrid, quien volvió a lucir en la cronometrada su maillot de campeón de España de la especialidad.

El Astaná pasó segundo por el punto intermedio del kilómetro 10, a 7 segundos del Caisse D'Epargne. En la mitad del recorrido (kilómetro 19,5), el Tour se dirigía directo al hecho histórico del posible liderato de Armstrong, que tenía el maillot amarillo a 2 segundos. En el kilómetro 30 el tejano ya estaba en lo más alto del podio, pero Cancellara, que cargó con todo el peso de su equipo, se salvó por los pelos. Empate a tiempo y las migajas del reloj favorables al ciclista de Berna.

La jornada dejó buenas sensaciones en el Caisse D'Epargne, con el meritorio séptimo lugar, y en el Euskaltel, que se metió décimo, buen resultado para su líder, Mikel Astarloza, que debe luchar por un puesto entre los diez mejores.