Oviedo, Elena CASERO

El cántabro Manuel Adolfo Busto Loza, Manu Busto, de 28 años, se convirtió ayer en el cuarto fichaje oviedista para la próxima temporada. El mediapunta tiene una dilatada experiencia en Segunda B, jugando en dos ocasiones la fase de ascenso a Segunda, la última de ellas el pasado mes de junio.

Formado en el Basander cántabro, en 1998 fichó por el filial del Valladolid, de Segunda B, en el que estuvo cuatro temporadas. En 2002 pasó a las filas del Pontevedra, también de Segunda B, donde estuvo dos años, logrando con los gallegos en la campaña 2003-04 el ascenso a la categoría de plata.

En la temporada 2004-05 se va al Castellón, también de Segunda B. Con el conjunto de la Plana jugó 29 partidos en los que marcó 5 goles y consiguió, por segunda vez en su carrera deportiva, el ascenso a la Segunda División.

La temporada 2005-06 la inició con el Pontevedra, pero en el mes de diciembre, al abrirse el plazo invernal de fichajes, se fue al Jaén, igualmente de Segunda B. En esa temporada logró un total de 8 goles en 26 partidos. Un año después -temporada 2006-07-, disputó un total de 27 partidos en el Jaén, en los que logró 7 goles.

Nuevo cambio de aires en la temporada 2007-08, cuando es fichado por el Lorca. No fue una buena campaña la que tuvo, pues jugó 28 partidos, sólo seis de ellos completos, y marcó cuatro goles, tres de ellos en el mismo partido. Su gran momento le llegó la pasada temporada, también en el Lorca de Segunda B. Los dos entrenadores que dirigieron al equipo, Gabi Correa y el asturiano Roberto Aguirre, que ha fichado por el Pontevedra, logran sacar lo mejor del jugador, quien disputa un total de 41 partidos (37 de Liga y los 4 de la fase de ascenso a Segunda A), anotando 18 goles.

El mediapunta cántabro, que también puede ocupar la posición de lateral derecho, destaca por su gran visión de juego, además de su técnica individual, regate y disparo. Se trata de un jugador al que, según quienes le han visto actuar las últimas campañas, le gusta jugar «a su aire», sin demasiada presión por parte de su entrenador, y que es capaz de «resolver él solo un partido gracias a su calidad».

A pesar de tener ofertas de equipos de superior categoría, Busto decidió venir al club azul ilusionado por el proyecto que ha puesto en marcha la entidad.