Valencia / Barcelona

Ni Real Madrid ni Barcelona ni Chelsea ni Manchester United. Los cuatro clubes más poderosos de Europa se interesaron en algún momento de este verano por la contratación de David Villa. El delantero asturiano, después de semanas de revuelo, de informaciones contradictorias y de negociaciones, ya ha tomado una decisión: se queda en su actual equipo, el Valencia. El Guaje quiso poner fin en primera persona al «culebrón» del verano. Telefoneó el pasado viernes a su presidente, Manuel Llorente: «Lo tengo decidido, sigo en el Valencia», le dijo, según publicó ayer «Superdeporte», el periódico deportivo del grupo editorial al que pertenece LA NUEVA ESPAÑA.

El detonante de todo fueron las negociaciones que entabló el Barcelona con el delantero sueco del Inter, Zlatan Ibrahimovic, y de las que se enteró por los medios. Fue en ese momento cuando Villa se dio cuenta de que el Barça -la única posibilidad que le quedaba tras negarse el Valencia a traspasarlo al Real Madrid- no había apostado lo suficientemente fuerte por hacerse con sus servicios.

Al delantero asturiano no le ha dolido tanto verse excluido del proyecto azulgrana sino las formas utilizadas por el presidente del Barça, Joan Laporta, así como por el director deportivo, Txiki Begiristain, que parecían sus grandes valedores. De hecho, Villa y su familia se acostaron el jueves soñando con un acuerdo con el Barça, que horas antes decía haber aumentado su oferta al Valencia. El jugador estaba dispuesto incluso a renunciar a 3 millones de euros de su ficha para incorporarlos a esa oferta y que el club valenciano aceptara el traspaso. La sorpresa llegó el viernes por la mañana cuando Mel Villa, padre del delantero asturiano, escuchó la radio y ojeó los periódicos. Mel fue el primero en dar la señal de peligro cuando se enteró del intento de fichaje de Ibrahimovic porque entendió que su hijo quedaba descabalgado. Eran poco más de las 8 de la mañana cuando el representante del futbolista asturiano, José Luis Tamargo, era el encargado de apaciguar los encendidos ánimos del padre de Villa. El representante del jugador tampoco tenía ni idea de este «plan B» del Barcelona y trató de localizar, sin éxito, a Txiki Begiristain.

Hasta bien entrada la mañana no se produjo el contacto con el Barcelona, pero ya era demasiado tarde. Según fuentes del entorno de Villa, el director deportivo azulgrana argumentó que todo lo relacionado con Ibrahimovic se había originado a última hora y de forma imprevista. Incluso Txiki Begiristain se disculpó por no haber informado a Tamargo ni a Villa de este «plan B». Fue entonces cuando Villa tomó la iniciativa. Fue el propio jugador quien lo dio todo por zanjado el viernes en conversación telefónica con el presidente del Valencia, Manuel Llorente. «Lo tengo decidido, me quedo en el Valencia», le dijo el Guaje al máximo mandatario valencianista.

Y ya no hay vuelta atrás. Aun cuando el Barcelona no concrete finalmente la contratación de Ibrahimovic, Villa no aceptaría volver a negociar con los azulgranas. El Valencia le prepara toda una terapia de choque para reintegrarlo en el equipo. Así, el jugador asturiano ya conoce de voz de Manuel Llorente y Unai Emery que es el baluarte y la referencia del equipo. Para ello, nada mejor que nombrar a Villa capitán. Eso sí, la designación deberá ser respaldada por el grupo, pero no será complicado porque el Guaje es uno de los jugadores más queridos de la plantilla y, el año pasado, ya era uno de los cuatro capitanes del grupo junto a Marchena, Albiol y Vicente.

El entrenador valencianista, Unai Emery, celebró con júbilo la decisión de un jugador que considera piedra angular para esta temporada en la que el Valencia parte con el objetivo de pelear por un puesto en la Liga de Campeones. El técnico del Valencia ha explicado que «todos los valencianos tienen que sentirse orgullosos» de que otros clubes estén interesados en sus jugadores, y «si al final se quedan aquí tienen que estar más orgullosos y más satisfechos», como así ha sucedido en el caso de Villa.

El jugador, que apura sus últimos días de vacaciones -más amplias que otros compañeros de equipo tras disputar con la selección española la Copa Confederaciones- se reintegrará dentro de una semana al trabajo de pretemporada con el resto de la plantilla valencianista en la concentración que llevarán a cabo en Érmelo (Holanda).