Gijón, Á. C.

Víctor Holguera es un perfecto conocedor del fútbol base gijonés. Director técnico del TSK Roces durante los últimos siete años, también dirigió los conjuntos de la Inmaculada durante casi dos décadas. Este gijonés rememora con especial cariño sus inicios como entrenador en el Estudiantes: «Entrenaba al alevín, que por aquel entonces disputaba sus partidos en el campo de hierba anexo al conocido negocio hostelero Somió Park. Los días de lluvia, cuando el terreno estaba impracticable, teníamos que irnos a su pista de baile, una amplia explanada de adoquines donde al menos se podía tocar el balón. Incluso nos resguardábamos debajo del escenario». Holguera contaba con un ayudante de lujo: Víctor Doria, defensa argentino del Sporting que entrenaba a los porteros. Todos terminaban la jornada duchándose bajo un gran depósito que previamente llenaban con una manguera enganchada a la toma general de agua. Eran otros tiempos, concretamente el año 1981, marcado también por los sucesos políticos. «Recuerdo que el 23 de febrero nos tocaba entrenar. Tras el golpe de Tejero, muchos abuelos acudieron a recoger a los niños. Acabé sin gente», recuerda el protagonista.