El Real Madrid recuperó el liderato liguero con una exhibición de fuerza y goles en 45 minutos, que le acercan cada vez más al histórico récord de 107 tantos en una campaña, con Cristiano Ronaldo y Gonzalo Higuaín disfrutando de la fragilidad defensiva de un Getafe desconocido.

El Real Madrid cambió la historia de sus visitas a Getafe. Terreno siempre hostil el Coliseum, donde en cinco partidos sólo había ganado uno ante un rival que nada tuvo que ver con el que hoy dirigió Míchel. Ese equipo con hambre, que mordía en cada acción, arrinconaba al grande con fútbol directo, cambió su sangre por horchata. Desaparecido desde el inicio, acusó cada gol como un mazazo que le vuelve a alejar de Europa.

Tuvo un encuentro tan plácido el Real Madrid que hasta se reivindicó Fernando Gago. En el ostracismo desde su traspaso frustrado al Manchester City, las circunstancias -lesiones de 'Lass' y Mahamadou, más Guti sin estar al cien por cien por un golpe- le entregaron el mando. Y estuvo a la altura.

Mandó el Real Madrid desde el inicio. Sin presión del rival. Jugando en corto, con movilidad, en la enésima reivindicación de Rafael Van der Vaart para no echar de menos a Kaká, y con dos delanteros que forman una pareja letal: Cristiano e Higuaín.

Había avisado Xabi Alonso con un disparo que sacó como pudo Oscar Ustari, que jugó 'tocado', y dos cabezazos de Van der Vaart y Cristiano, cuando el portugués demostró que es el jugador más letal de la Liga a balón parado. Una jugada de Higuaín frenada con mano por Rafa al borde del área no la desaprovechó.

Maneja una variedad de registros en el lanzamiento Cristiano que le convierten en único. La potencia con el misil que soltó ante el Villarreal, la cambió por un toque con el interior a la escuadra. Era el minuto 13 y comenzaba el paseo.

La defensa 'azulona' era un flan. Acusando la baja del 'Cata' Díaz, Míchel optó por Mario, lejos de su mejor tono recién recuperado de una lesión, antes que por el capitán Belenguer. Vieron pasar como un avión a Cristiano, que sacó un disparo en 'folha seca' para que Ustari hiciese la parada de la noche.

Nada pudo hacer ante Higuaín. Una contra que nació de un robo de Gago, acabó con el 'Pipita' solo, tras asistencia de Van der Vaart. No dudó en la definición en el duelo argentino a los veinte minutos.

Tan sólo tres después con el Real Madrid tocando a placer, Gago inventó un pase en profundidad ante el caos defensivo local, que permitió a Higuaín explotar su velocidad y buena definición. Regate hacia la zurda ante Ustari y gol a puerta vacía. Partido sentenciado. La respuesta a la presión del Barcelona estaba escrita.

Desesperaba Ustari, que intervenía ante Granero y un testarazo de Sergio Ramos, pero nada podía hacer ante un nuevo latigazo de Cristiano. Escorado dentro del área, dejó una bicicleta y un zurdazo a la escuadra para firmar el cuarto.

Getafe ya no será un sitio plácido para Iker Casillas. En una acción sin aparente peligro se complicó. Abandonó su zona, se topó en un balón dividido con una entrada de Parejo, que no dudó en marcar a puerta vacía con el portero quejándose en el suelo de su tobillo izquierdo. Sus aplausos irónicos no tenían justificación.

En la reanudación, con el Real Madrid pensando en el derbi del domingo ante el Atlético de Madrid, el Getafe mejoró su mala imagen. La entrada de Cellestini dio músculo a la medular y Manu del Moral imaginación ofensiva.

Desperdició Miku dos acciones de remates claros tras buenas jugadas de Manu y Pedro León no encontró puerta con un potente disparo y se topó con Casillas con un segundo chut colocado. A la tercera fue la vencida. Mandó a la red un balón muerto tras disparo de Cellestini aprovechándose de la pasividad de la defensa blanca.

Se dejó llevar el Real Madrid que no disparó a puerta en la segunda parte hasta cinco minutos del final, en una acción de Cristiano. Los deberes los tenía hechos. Hubo tiempo hasta para un guiño de Manuel Pellegrini a Pedro Mosquera. El capitán del Castilla debutó con el primer equipo. El mano a mano de la Liga más desigual se mantiene.