Barcelona

Los futbolistas del Barcelona se han conjurado para intentar al menos la remontada ante el Inter el miércoles que viene y clasificarse por tanto para la final de la Liga de Campeones. Los azulgrana, aparte de quejarse de la labor arbitral en el partido del martes, son conscientes de los errores que cometieron y prometen corregirse para mantener sus opciones ante un equipo que se presume que jugará de forma aún mucho más defensiva que lo hizo hace un par de días.

Para intentar el «milagro» el equipo de Guardiola confía en que el abarrotado Camp Nou se convierta en una «caldera» que eleve el ánimo de los jugadores propios y amedrente a los de Mourinho.

Guardiola hará hincapié en el trabajo de motivación y de mentalización para ayudar a sus jugadores a creer firmemente en sus posibilidades.

Uno de los jugadores que nada más acabar el primer partido con el Inter manifestó su convicción del que el Barcelona acabará superando a los italiano fue Piqué. El defensa, después de lamentar la a su juicio parcial actuación del árbitro, el portugués Olegario Benquerença, prometió que su equipo hará «todo lo posible» para intentar remontar la eliminatoria.

«El partido de vuelta se les hará largo, son dos goles y seguro que somos capaces de remontarlos», ha explicado.

En un análisis más futbolístico del partido, Piqué ha asumido que el Inter «nos conocía muy bien, ha dominado el partido y ha sabido cómo parar nuestro juego».

«Los árbitros, a veces, nos sacan de nuestras casillas, pero quejarse es de perdedores», comentó por su parte Dani Alves sobre la actuación del árbitro.

Partidario de «no darle más vueltas al partido y mirar sólo hacia delante», el brasileño ha incidido en la importancia de «ser positivos y fuertes mentalmente para superar todas estas dificultades».