Gijón, Nacho AZPARREN

Su influencia en el juego del Sporting ha ido creciendo exponencialmente a lo largo del año. Alberto Botía fue incorporado en verano como futura promesa del fútbol nacional. El paso de las jornadas le convirtió en uno de los jugadores revelaciones de la Liga hasta erigirse en el capitán general de la defensa del Sporting. Un crecimiento vertiginoso a sus 21 años. Su ausencia por lesión en las últimas dos semanas fue la prueba irrefutable de que su presencia en el once de Preciado es absolutamente necesaria. Sin él, el Sporting parece un conjunto timorato y endeble.

Quizás por eso, ahora se le espera como agua de mayo. Una vez superados sus problemas musculares, y a la espera de la simple formalidad del alta médica, Botía volverá con toda seguridad al equipo ante el decisivo encuentro del domingo. «Aún no estoy al cien por ciento, pero para el domingo espero estar como una bala», asegura el murciano cuando se le pregunta sobre su estado de forma. «Aunque lleve dos semanas parado en dos días vuelvo a coger el ritmo. Puede que incluso este descanso me vengan bien de cara a la recta final de Liga», añade con dosis de optimismo. Su ausencia en los tres últimos partidos ha tenido unas consecuencias catastróficas -el Sporting ha sumado cero puntos y ha recibido seis goles- pero también la ha servido al zaguero para reflexionar sobre el juego del equipo. «Nos encontramos en una fase en la que todos los equipos aprietan porque necesitan los puntos y nadie te va a regalar nada. No nos han salido las cosas como queríamos pero hemos dado la cara. No hay que reprochar nada al equipo e intentar seguir sumando», afirma.

Botía, en los meses que lleva en Gijón ha aprendido pronto una de las lecciones del sportinguismo: «Queremos pedir ayuda a "La Mareona", que se note el apoyo como ha ocurrido a lo largo de la temporada porque es un factor muy importante para nosotros. Cuando el Valladolid se de cuenta de la afición que tenemos no podrá rendir al cien por cien». Cuestionado sobre las virtudes del rival, Botía admite que «aunque no les esté saliendo un buen año tienen un equipo muy competitivo. En el vestuario no hablamos del efecto Clemente, sólo nos centramos en nosotros mismos». Es tanta la igualdad de cara al partido del domingo, que Botía rechaza el papel de favorito: «No somos favoritos, nuestra única baza a favor respecto al Valladolid es que jugamos en casa. Si quiere salir de abajo tendrán que venir a ganar, no creo que jueguen muy defensivamente, saldrán al ataque».

Los ataques pucelanos se encontrarán así con uno de los pilares en el orden defensivo sportinguista. Botía volverá al rescate en el momento más oportuno.