León, José Luis ÁLVAREZ

No pudo ser. La suerte no estuvo ayer del lado del Avilés Oquendo que firmó su regreso a Liga Nacional, tras una temporada de emoción en la División de Plata, al empatar en la cancha del Obras y Estructuras RAM leonés. Este resultado unido a las victorias de El Escorial en Lanzarote (0-5) y del Valverde en casa ante el Burela (6-3), dejaron al conjunto avilesino en la posición de colista.

El Oquendo lo puso todo en la cancha para llevarse la victoria: el juego, las ocasiones y sobre todo las ganas, pero no estuvo efectivo y hubo que esperar al minuto 38 para ver el gol avilesino que certificaba la permanencia. Poco después, a falta de 25 segundos, un RAM que no necesitaba el punto, quemó todas sus naves para marcar un tanto que caía como un jarro de agua fría en el equipo avilesino, los representantes del club y el centenar de aficionados del Oquendo que se desplazaron a León.

Ambos equipos saltaron a por todas a la cancha. A los dos minutos llegó la primera amonestación al local Julio, sin muchas consecuencias ya que la falta botada por Neto acabó en manos del portero. En el minuto 10, el RAM, por mediación de Suzuki, dispuso de una clara ocasión, pero el esférico salió rozando el palo. El Oquendo se hizo con el dominio del partido y comenzó a asediar la portería rival guardada por un Iñigo sobresaliente, al igual que el portero visitante que estuvo brillante en las pocas oportunidades del conjunto leonés.

En la segunda parte, el RAM avisó en el minuto 23 con una falta botada por Leskun, a un metro del área, a la que Juanjo respondió sacando una mano milagrosa. Un minuto después Quinha se quedó mano a mano con el portero leonés que logró sacar el balón a córner. A falta de 7 minutos el RAM sumaba la quinta falta, lo que provocó más tarde dos dobles penaltis a favor del Oquendo: el primero, lanzado por Marquinhos acababa en córner tras despejar Iñigo, el segundo, botado por Dobre, rebotaba en el portero, volvía al jugador rumano y nuevamente paraba Iñigo.

A falta de dos minutos llegó el gol avilesino, con una gran jugada de Pepe que se quedó delante del portero y marcó de tiro raso. Al RAM no le gustaba este resultado y sacó a un portero-jugador, Jonathan, que sería el encargado de acabar con las ilusiones del Oquendo a falta de 25 segundos en un mano a mano con Juanjo.