Oviedo, Mario D. BRAÑA

En Londres empezó todo y para Londres trabajan en estos momentos los mejores deportistas asturianos del momento. A falta de aclarar las circunstancias de la participación de Pedro Pidal y Bernaldo de Quirós, marqués de Villaviciosa, en París-1900, la historia olímpica asturiana empieza en 1936 con Jesús Suárez Valgrande (invierno) y en 1948 con Aurelio Díaz Cadaveda (verano). Desde entonces le siguieron 79 deportistas en los Juegos Olímpicos de verano y otros dos en los de invierno.

Los últimos datos apuntan a que el marqués de Villaviciosa estuvo en París en 1900 y participó en una prueba denominada tiro al vuelo, incluida en la Exposición Universal que se celebró en la capital francesa durante seis meses. Por lo tanto, el Comité Olímpico Internacional no incluye en su palmarés a los tres teóricos medallistas del concurso, entre los que estaba Pedro Pidal como segundo clasificado.

Descontada, por tanto, la que durante muchos años se creyó primera medalla olímpica asturiana, el recuento incluye 16 preseas conseguidas por 14 deportistas. Y esto es así porque el olímpico asturiano más laureado de la historia, el piragüista candasín Herminio Menéndez, consiguió tres medallas: dos de plata en Montreal-76 y una de bronce en Moscú-80. Otro deportista nacido en Candás, el boxeador Enrique Rodríguezl Cal, había inaugurado la cuenta de medallas en Munich-72, con un bronce.

En consonancia con el deporte español, para Asturias hay un antes y un después de Barcelona-92. A partir de la cita casera se multiplicaron los participantes y también se disparó el cómputo de medallas. De hecho, el 92 trajo para Asturias una auténtica cosecha dorada: seis de las siete medallas de oro llegaron en la cita casera. La séptima llegó hace dos años, en China, con la victoria de Samuel Sánchez en la prueba de fondo en carretera. Fue en la primera jornada de Pekín-2008. Habría que esperar hasta la última para completar la cuenta de medallas asturianas con la de plata de Juan Fernández en hockey y las de bronce de los hermanos Entrerríos y Rubén Garabaya en balonmano.

Desde aquel 24 de agosto de 2008, en el horizonte de la mayoría de los deportistas asturianos sólo está Londres-2012. Los Juegos de la XXX Olimpiada serán una nueva oportunidad para seguir cumpliendo el lema del barón de Coubertin: «Lo importante es participar».