Gijón, Ángel CABRANES

El Sporting B dio ayer el paso definitivo para asegurarse su presencia la próxima temporada en Segunda B. Los rojiblancos se impusieron al Vecindario gracias a un solitario gol de Borja Navarro a cuatro minutos del final. Triunfo que sirve para eludir, a falta de una jornada para la conclusión del campeonato, hasta la plaza de promoción por la permanencia. Un puesto en el que, en el peor de los casos, podrían empatar a puntos al finalizar el campeonato Sporting B, Alcalá, Cerro Reyes y Cacereño, ya que estos dos últimos se enfrentan el próximo domingo. El filial saldría favorecido del cuádruple empate, en el que se computan los puntos obtenidos por cada conjunto en los enfrentamientos entre ellos, y promocionaría el Cerro.

Costó más de la cuenta, pero el fútbol fue justo con el Sporting B. Los sportinguistas sufrieron para doblegar a un Vecindario que acudió motivado a Mareo, a pesar de contar ya con la permanencia resuelta y de no tener posibilidades de entrar ya en puestos de Copa del Rey. La primera parte fue de dominio alterno, aunque fueron los visitantes los únicos en disparar entre los tres palos. El primer acercamiento peligroso fue para el bando isleño. En el minuto 4, un disparo de Rubén puso a prueba a un seguro Sergio Sánchez.

La conexión juvenil del Sporting B dio la respuesta al cuarto hora juego, en una genial asistencia de Sergio a Juan Muñiz que terminó disparando demasiado cruzado ante la salida de Santi. Los gijoneses intentaban llevar el peso del partido, pero las incursiones del delantero visitante Yoni ponían en peligro su tímida autoridad. Fue el atacante isleño quien volvió a llevar los nervios a la grada gracias a un disparo desde la frontal. Sergio Sánchez blocó el cuero, aunque en esta ocasión con algún apuro.En la reanudación se vio otro partido. Los rojiblancos fueron dueños y señores del campo y encerraron al Vecindario en el área durante la práctica totalidad de la segunda parte. Las jugadas de estrategia volvieron a ser la mejor arma ofensiva de los de Vidales. En el minuto 54, un córner botado por Portilla a punto estuvo de irse a las mallas tras remate de Carlos en área pequeña. Una jugada que se repetiría cuatro minutos después con mismo resultado e idéntico peligro.

Carlos Álvarez tuvo en sus botas otra de las mejores ocasiones a pase de Sergio. Lux ganó la espalda en carrera a la defensa, regateó al portero y, escorado, remató a portería. El capitán canario Dorta llegó a tiempo para salvar en línea de gol el primer tanto local. Parecía que sólo era cuestión de tiempo que el Sporting B lograr adelantarse en el marcador. El reloj corría en contra de los de Vidales que no cejaban en su empeño de ir a por tres puntos vitales para la permanencia. En el minuto 71, Borja Navarro sustituyó a Carlos y los rojiblancos apostaron por un dibujo táctico (4-4-2) con más proyección ofensiva. El planteamiento dio sus frutos tres minutos después, cuando Carlos Álvarez se plantó sólo ante el portero rival, pero su remate se marcho desviado a la cepa del palo izquierdo. El técnico rojiblanco se desgañitaba desde la banda para que sus jugadores no cayeran en la frustración de no poder perforar el marco rival. Estímulo que sirvió para que, en el minuto 86, llegara el ansiado gol. Fue tras un primer disparo de Guille, rechazado por el portero y buscado por Portilla y Borja Navarro con auténtica hambre de permanencia. Fue el santanderino quien remató primero, estrellando el cuero de nuevo en el portero, y ya sobre la línea de gol, empujó Borja Navarro para el delirio de la grada del Pepe Ortíz.

Un gol que significó más que un triunfo. Un gol que deja por segundo año consecutivo al Sporting B en la liga de bronce del fútbol español.