Arrecife (Lanzarote),

José PALACIO,

enviado especial de

LA NUEVA ESPAÑA

El Oviedo logró en Lanzarote una victoria que le asegura el subcampeonato de la Liga regular y la ventaja de jugar el segundo partido de la primera eliminatoria por el ascenso en casa. Lo hizo en un encuentro en el que nunca estuvo cómodo en el campo y en el que tuvo muchos problemas para llevar el control del juego. Además, concedió demasiadas opciones a un rival, colista de grupo y que con la derrota consumó su descenso, que mereció un mejor resultado, por juego y ocasiones.

El Oviedo salió al campo con nueve novedades en el once inicial. Tan sólo Invernón y Jorge Rodríguez repitieron con respecto al equipo que goleó en la pasada jornada al Vecindario. Pichi Lucas volvió a poner en práctica el trivote, con Rubén García, Mario Prieto e Iván Ania, con Rayco y Jandro en las bandas.

El calor y el césped del campo, sintético de primera generación, idéntico al que existe en El Requexón, propició que los azules tuvieran muchos problemas para hacer circular el balón con rapidez y precisión ante un rival, que a pesar de su delicada situación, nunca perdió la cara al partido, aunque le faltó más acierto en el último pase para poner en serios peligros la portería de Iván Serrano, debutante en este partido.

Tras la primera ocasión de los locales, cuando no se había cumplido todavía el primer minuto, a la salida de un córner, fue el Oviedo el que avisó dos veces y en ambas se encontró con una buena respuesta de Vilches. La primera, con un disparo de Iván Ania desde 50 metros que el portero envió con apuros a córner. Y la segunda, en un remate de cabeza de Mario Prieto, que también desbarató con acierto.

Con el Oviedo controlando el partido sin falta de recurrir a una clara posesión del balón, llegó el primer tanto de los azules en un disparo desde fuera del área de Mario Prieto ante el que Vilches no pudo hacer nada. Rayco e Iván Ania tuvieron después dos ocasiones para encarrilar el partido en dos acciones que desbarató la defensa local y ahí se acabó su capacidad ofensiva de la primera mitad.

El último tramo de la primera mitad fue de claro color local. El Lanzarote tocó bien el balón y además llegó con opciones al área del Oviedo. Toñito, en el minuto 32, y Vladimir, en el 36, a pase del propio Toñito, gozaron de dos ocasiones, pero no estuvieron acertados en la resolución y sus disparos salieron por encima del larguero de la portería de Iván.

La segunda mitad comenzó con un Oviedo más impreciso. Jandro tuvo una buena oportunidad para aumentar la ventaja, pero se entretuvo en exceso con el balón. El Lanzarote, al igual que sucedió en la primera mitad, reaccionó mediada la segunda fase y tuvo tres claras ocasiones para lograr el empate. En todas ellas, el portero azul Iván Serrano estuvo acertado, en especial la última de ellas a disparo de Jonathan Torres, a falta de once minutos para el final, sacando una mano espectacular que evitó la igualada.

Con el Lanzarote volcado, Manu Busto estableció en la prolongación en una gran jugada individual el 0-2, en un partido en el que lo mejor para los azules fue el resultado.