Roma, Efe

El técnico portugués Jose Mourinho, que hoy disputará con su equipo la final de la Copa de Italia de fútbol, ante el Roma, declaró ayer que no puede afirmar «al cien por ciento» que vaya a permanecer en el Inter de Milán la próxima temporada.

«En el fútbol no se puede dar nunca nada por seguro», agregó Mourinho durante una rueda de prensa en vísperas del encuentro de la final de la Copa de Italia en el que los «nerazzurri» juegan ante un Roma con quien también se disputan el «scudetto» (título liguero) este año.

Mourinho, asimismo, quiso responder a Johan Cruyff, presidente de honor del Barcelona, que horas antes dijo que no le gustaría tener al técnico del Inter de Milán en el equipo azulgrana «porque en el fútbol no sólo se puede pensar en ganar, sino en jugar bien», así como que, aunque «es un gran entrenador, es un mal ejemplo».

«No recuerdo que yo en ninguno de mis equipos, tras una derrota, haya impedido festejar a los rivales sobre el campo. No recuerdo haber obligado a los adversarios a darse una ducha», dijo Mourinho, en relación a los aspersores que se pusieron en funcionamiento en el Camp Nou mientras los jugadores del Inter celebraban su pase a la final de la Liga de Campeones.

«¿Esta noche (por ayer) los aficionados del Roma intentarán no dejarnos dormir? Estamos habituados, ya nos ha sucedido en Barcelona. Y estamos también habituados a un jugador que cae sobre el terreno con las manos en la cara mirando al árbitro», añadió Mourinho, recordando ciertos episodios de la eliminatoria ante el Barcelona.

Mourinho además respondió a Rosella Sensi, presidenta del Roma, que tras el partido liguero del pasado domingo en el que el Inter se impuso al Lazio (0-2) tachó de «vergüenza» ganar un campeonato viéndose beneficiado por presuntas «ayudas» laciales encaminadas a frustrar las opciones del «eterno rival» romano.