Noche de tensión en el Camp Nou, donde el Barcelona ha vivido angustiado un partido que le parecía fácil pero que se le ha complicado hasta que los goles de Bojan y Pedro han desatascado un choque que tenía pinta de convertirse en una tragedia para los barcelonistas después del mazazo de hace una semana contra el Inter.

Al final, un 4-1 que pudo haber tenido otro signo, ya que casi todo lo que ha hecho el Tenerife en ataque se ha convertido en una pesadilla para los barcelonistas.

Pedro, una noche más, fue un jugador providencial. Falló un contragolpe en solitario, minutos después arrebató un balón a un rival cuando el 2-2 parecía una realidad y en la jugada siguiente marcó el 3-1.

El Barcelona salió a intimidar a un Tenerife que dejó en el banquillo a su goleador Nino y situó a Kome sólo en punta, por delante de dos líneas de cinco jugadores. La idea de José Luis Oltra estaba clara desde el inicio: cerrar cualquier línea de pase y lanzar contras en busca de la aventura.

El Barcelona tuvo sometido durante seis minutos a un Tenerife que ni tocó la pelota, pero de nada le sirvió este dominio insultante ya que, en el primer error en el pase, el equipo insular se plantó en la meta de Valdés, pero Alfaro no tuvo el convencimiento para disparar con certeza.

Fue el primer aviso de un Tenerife que, en pocos toques, era capaz de acercarse a los dominios de Valdés, pero que se perdía en la definición.

El dominio y control del balón fue del Barcelona, que evidenció similares problemas para generar acciones de gol, igual que le sucedió en el anterior partido del Camp Nou, ante el Inter. El Tenerife no se defendió tan bien como lo hizo el equipo italiano, pero, al menos, Aragoneses no se sentía incomodado.

La primera ocasión que logró montar con cierto peligro el Barcelona fue en el minuto 13, tras un robo de balón de Dani Alves, que no vio un pase fácil a Xavi o Bojan e intentó uno imposible a Messi.

El segundo aviso del Tenerife llegó en el minuto siguiente, cuando en un error de Piqué, Alfaro volvió a quedar habilitado para marcar, pero volvió a fallar.

Pocos minutos después, el Barcelona marcó (1-0), tras un gran pase de Xavi a Alves. Éste colgó al centro del área donde Ibrahimovic bajó el balón y encontró el acierto de Messi, que elevó lo justo ante la salida de Aragoneses.

Un cuarto de hora largo le había costado al Barcelona romper una defensa que parecía impenetrable. El trabajo parecía encarado para los azulgrana, y más aún pensaban estos cuando en una clara acción de gol en el 35 liderada por Maxwell, el brasileño optó por la peor de la soluciones, cuando Ibra estaba sólo.

Del posible 2-0, el Barcelona se encontró con el empate en una jugada en la que Puyol acabó enredado con el balón en los pies y dio un mal pase que aprovechó Kome para lanzar un balón al argentino Román Martínez, quien esta vez no falló ante la salida de Valdés para batirle (1-1).

El Barça notó el golpe y jugó unos imprecisos últimos minutos de la primera parte, hasta que en el arranque del segundo tiempo Guardiola dio entrada a Pedro en lugar de Piqué, con una contusión.

El Barcelona, sin embargó, volvió a salir con el tono bajo y los minutos empezaron pesarle como losas. Además, el tiempo lluvioso y el ambiente frío no animaron a las gradas a trasladar calor a los barcelonistas.

Este punto de tensión se palpaba, ya que el Barcelona era incapaz de deshacer un empate que se apuntaba como funesto para sus opciones en la recta final de la Liga y las jugadas claras de gol no llegaban por ningún sitio.

El Tenerife, por el contrario, metió en el campo a su goleador Nino por un exhausto Kome y los balones que circularon por las inmediaciones de Valdés iban cargados de miedo ante cualquier error en el pase.

Finalmente, en el 63, el Barcelona vio la luz ante tanto nubarrón cuando Alves se sacó un pase en profundidad que completó Bojan con un durísimo disparo que se ha colado en la meta de Aragoneses (2-1).

Era un gol reparador para tanta tensión que se vivía en una noche fría en Barcelona. A partir de entonces, llegó el mejor fútbol barcelonista, que pudo culminar Pedro en una contragolpe magistral, pero cuyo disparo final acabó en el lateral de la red.

Después de que Xavi intentase un gol de falta como el que marcó contra el Villarreal el sábado, pero sin fortuna, gracias a una buena intervención de Aragoneses, Pedro situó el 3-1 gracias a un gran tanto que devolvió el pulso a un Camp Nou atemorizado, después de que el Tenerife marcase un nuevo tanto, aunque anulado por fuera de juego. Messi, en la última acción del partido, marco el definitivo 4-1 y su segundo gol de la noche.