Barcelona, Efe

Barcelona, Álex SANTOS / Efe

Noche de tensión en el Camp Nou, donde el Barcelona ha vivido angustiado un partido que le parecía fácil, pero que se le ha complicado hasta que los goles de Bojan y Pedro han desatascado un choque que tenía pinta de convertirse en una tragedia para los barcelonistas después del mazazo de hace una semana contra el Inter.

Al final, un 4-1 que pudo haber tenido otro signo, ya que casi todo lo que ha hecho el Tenerife en ataque se ha convertido en una pesadilla para los barcelonistas.

El Barcelona salió a intimidar a un Tenerife que dejó en el banquillo a su goleador Nino, y a otros jugadores habituales, y situó a Kome solo en punta.

El Barcelona tuvo sometido durante seis minutos a un Tenerife que ni tocó la pelota, pero de nada le sirvió este dominio insultante, ya que, en el primer error en el pase, el equipo insular se plantó en la meta de Valdés, pero Alfaro no tuvo el convencimiento para disparar con certeza.

El dominio y control del balón fue del Barcelona, que evidenció similares problemas para generar acciones de gol, igual que le sucedió en el anterior partido del Camp Nou, ante el Inter. El Tenerife no se defendió tan bien como lo hizo el equipo italiano, pero, al menos, Aragoneses no se sentía incomodado.

La primera ocasión que logró montar con cierto peligro el Barcelona fue en el minuto 13, tras un robo de balón de Dani Alves, que no vio un pase fácil a Xavi o Bojan e intentó uno imposible a Messi.

El segundo aviso del Tenerife llegó en el minuto siguiente, cuando en un error de Piqué, Alfaro volvió a quedar habilitado para marcar, pero volvió a fallar.

Pocos minutos después, el Barcelona marcó (1-0), tras un gran pase de Xavi a Alves. Éste colgó al centro del área donde Ibrahimovic bajó el balón y encontró el acierto de Messi.

Un cuarto de hora largo le había costado al Barcelona romper una defensa que parecía impenetrable. El trabajo parecía encarado para los azulgranas, y más aún pensaban éstos cuando en una clara acción de gol en el 35 liderada por Maxwell, el brasileño optó por la peor de la soluciones, cuando Ibra estaba solo.

Del posible 2-0, el Barcelona se encontró con el empate en una jugada en la que Puyol acabó enredado con el balón en los pies y dio un mal pase que aprovechó Kome para lanzar un balón al argentino Román Martínez, quien esta vez no falló ante la salida de Valdés para batirle (1-1).

El Barça notó el golpe y jugó unos imprecisos últimos minutos de la primera parte, hasta que en el arranque del segundo tiempo Guardiola dio entrada a Pedro en lugar de Piqué, con una contusión.

El Barcelona, sin embargo, volvió a salir con el tono bajo y los minutos empezaron pesarle como losas. Este punto de tensión se palpaba, ya que el Barcelona era incapaz de deshacer un empate que se apuntaba como funesto para sus opciones en la recta final de la Liga y las jugadas claras de gol no llegaban por ningún sitio.

Finalmente, en el 63, el Barcelona vio la luz ante tanto nubarrón cuando Alves se sacó un pase en profundidad que completó Bojan con un durísimo disparo que se ha colado en la meta de Aragoneses (2-1).

Era un gol reparador para tanta tensión que se vivía en una noche fría en Barcelona. A partir de entonces, llegó el mejor fútbol barcelonista, que pudo culminar Pedro en un contragolpe magistral, pero cuyo disparo final acabó en el lateral de la red.

Después de que Xavi intentase un gol de falta, pero sin fortuna, gracias a una buena intervención de Aragoneses, Pedro situó el 3-1 gracias a un gran tanto que devolvió el pulso a un Camp Nou atemorizado, después de que el Tenerife marcase un nuevo tanto, aunque anulado por fuera de juego. Messi, en la última acción del partido, marco el definitivo 4-1 y su segundo gol de la noche.

Con su victoria ante el Tenerife y a falta de dos jornadas para la conclusión de la Liga, el Barcelona ha superado el récord de puntos de la historia de la Liga, con 93 puntos en los 36 partidos que ha jugado esta temporada.

El Barcelona suma ya 29 victorias en la presente Liga, otra cifra récord, ya que el equipo azulgrana nunca había ganado tantos partidos en una sola temporada. El récord lo tenía el Madrid de la temporada 1987-88, con 28 victorias, superado ya por la victoria del Madrid ante Osasuna (3-2), la 29.ª del equipo de Manuel Pellegrini esta temporada.

Ningún equipo en la historia de la Liga, desde que el torneo arrancó en 1928, había logrado tantos puntos como el Barça, ni siquiera cuando la Liga tuvo 22 equipos (temporada 1995-96, en la que se implantó el sistema de tres puntos por victoria, y 1996-97).

El récord absoluto anterior corresponde precisamente al curso 1996-97, cuando el Madrid obtuvo 92 puntos gracias a sus 27 triunfos y 11 empates. Fue campeón con dos puntos de ventaja sobre el Barça, que también alcanzó su propio récord, con 90 puntos.

En una Liga de 20 equipos, la mejor cifra estaba en manos del Barça de Guardiola, que el año pasado sumó 87 puntos para ser campeón.

Desde que las victorias se valoran con tres puntos, ningún equipo había tenido que superar los 90 puntos (salvo el Madrid en 1997, en una Liga de 22 equipos) para ser campeón. En la temporada 1999-2000, el Deportivo ganó el título con 69 puntos, 24 menos de los que ya tiene el Barcelona.