Oviedo, M. D. B.

Pase lo que pase sobre las once de la noche, a la Liga le quedará una jornada, pero la sensación generalizada es que el título se decide hoy. El líder, el Barcelona, está obligado a ganar en un campo con duende, el Sánchez Pizjuán. Cualquier tropiezo podría ser aprovechado por el Madrid, que espera al Athletic de Bilbao en el Bernabeu, donde nadie más que el Barça se ha marchado con puntos. Por tanto, nueve meses de competición se deciden en 90 minutos entre dos equipos de récord. Sólo puede ganar uno.

En un momento dado para declaraciones grandilocuentes y las llamadas a la épica, Pep Guardiola rebajó la tensión: «Pase lo que pase, nos iremos de vacaciones con la sensación del deber cumplido y la seguridad de haber sido un equipo ejemplar en tantas cosas». Guardiola no teme acabar la temporada en blanco, entre otras cosas porque considera que «ya hemos ganado tres títulos esta temporada», en referencia a las dos Supercopas y al Mundial de clubes. «La Liga sería el cuarto, no el primero», recalcó.

Como prueba de la importancia del partido, Pep Guardiola lleva a Sevilla a todos los integrantes de la plantilla, incluido Iniesta, que sigue lesionado. También está Piqué, obligado a forzar pese a los problemas físicos que arrastra desde el martes, cuando recibió un golpe frente al Tenerife. A tenor de las últimas alineaciones, la única duda del técnico radica en el acompañante de Messi y Pedro en el ataque. Dada su inspiración goleadora, Bojan tiene ventaja sobre Ibrahimovic.

El Sevilla fue el primer equipo capaz de apartar de un título al Barça de la era Guardiola. Fue en la Copa del Rey, gracias al valor doble de los goles en campo contrario (1-2 en el Camp Nou y 0-1 en el Sánchez Pizjuán). Desde entonces, el Sevilla flojeó en la Liga y cayó eliminado de la Liga de Campeones, lo que provocó la destitución de Jiménez. Ahora, con Antonio Álvarez en el banquillo y la recuperación de varios jugadores importantes, vuelve a ser un equipo temible. Y se juega la última plaza de la Liga de Campeones.

El entrenador del Madrid, Manuel Pellegrini, hará un esfuerzo para que sus jugadores se centren en la visita del Athletic, porque «mirar a otra cancha sería desgastarnos y distraernos de lo que tenemos que hacer». El técnico tiene muy claro que la jornada de hoy decidirá el campeón: «Es muy difícil que el Barcelona pierda en su estadio en el último partido». A su manera, Pellegrini coincidió con la visión de Guardiola: «Por la puntuación, el rendimiento, un fútbol distinto ofensivo de los dos equipos creo que ambos se merecen el título».

Eso sí, ante la perspectiva de acabar la temporada en blanco, Pellegrini no se olvida de un partido que considera decisivo, el del Camp Nou: «En Barcelona fuimos superiores. Un empate habría sido más que justo y estaríamos por encima. Igual que ellos nos ganaron aquí de forma clara, el punto que nos está faltando fue esa derrota». Informado Guardiola contraatacó: «El Madrid jugó aquel partido durante media hora con diez y en la segunda parte ni siquiera remató a puerta».