El australiano Cadel Evans (BMC) se vistió de rosa en el Giro de Italia con un segundo de ventaja sobre el estadounidense Tyler Farrar (Garmin), que ganó al sprint la segunda etapa, de 209 kilómetros entre Amsterdam y Utrecht, presidida por un rosario de caídas en la última fase.

Farrar invirtió un tiempo de 4h56:46 al frente del primer grupo, en el que llegó Evans, campeón mundial y uno de los favoritos para ganar el Giro, que domina la general con un segundo de ventaja sobre Farrar y tres sobre el líder del Astana, el kazako Alexander Vinokourov.

La segunda de las tres jornadas holandesas, pese a presentar dos cotas de tercera en el trayecto, tuvo el desenlace esperado: un esprint masivo, una vez neutralizada la fuga de cuatro corredores formada por Paul Voss (Milram), Rick Flens (Rabobank), Stefano Pirazzi (Colnago) y Mauro Facci (Quick Step), cuya ventaja no superó los seis minutos.

El equipo Sky del líder Bradley Wiggins, que se vio envuelto en una caída sin consecuencias, controló la escapada al frente del pelotón y en los últimos kilómetros se sumaron el Rabobank y en Columbia; éste último en busca de una victoria del alemán Andre Greipel que, con la bonificación de 20 segundos, le diera la maglia rosa.

El Cervelo de Carlos Sastre perdió a su mejor esprinter, Thor Hushovd, que se rompió la clavícula y mañana será operado.

La fuga fue neutralizada a 23 km. de la meta, después de 186 de rodaje, y a partir de ahí se impuso la ley del pelotón, lanzado por los equipos de los grandes velocistas. El Sky puso un ritmo lo bastante alto para desaconsejar cualquier conato de ataque.

Por detrás, el italiano Damiano Cunego perdió contacto con el grupo principal por una caída, y a siete km. de meta una nueva montonera rompió el pelotón, que se fraccionó en cuatro pedazos.

Los supervivientes -medio centenar- se jugaron la victoria al esprint mientras en el segundo grupo el líder Wiggins se resignaba a ceder la maglia rosa.