El entrenador del FC Barcelona, Pep Guardiola, evitó la euforia tras la victoria por 2-3 en el Sánchez Pizjuán ante el Sevilla, y avisó de que su equipo "aún no es campeón, porque esto aún no ha acabado", y que en la última jornada ante el Valladolid "será muy difícil ganar".

"Dije que una victoria casi nos daba la Liga, pero casi. La gran suerte es depender de nosotros, pero hay que ganar el partido y, conociendo a Javi Clemente -entrenador del Valladolid-, sabemos que nos costará. Esto no está ganado, no está acabado", insistió el técnico catalán.

Guardiola reiteró que "la afición no se ve campeón porque no es campeón y el equipo no se ve campeón porque de ello" se encarga él.

Sobre el desarrollo del partido y los aprietos pasados por el Barcelona en el tramo final del choque después de que un 0-3 el Sevilla lo pusiera en un 2-3, dijo que "fueron cinco minutos" de despiste y que "en el fútbol se dan estas cosas".

"El rival era un Sevilla de 'Champions', pero hemos hecho una exhibición y se ha complicado cuando estaba controlado y podía haber llegado el 0-4 y 0-5, aunque al final hemos controlado también", explicó.

"No quiero hacer un análisis de esos cinco minutos. Sabíamos que un empate nos podía hacer no depender de nosotros mismos, pero se ha hecho una muy buena primera parte y también hemos salido bien en la segunda, aunque ante un rival de este nivel es normal lo que pasa, los jugadores son humanos", subrayó.