Gijón, Nacho AZPARREN

Quien piense que el Sporting plantea el partido de Santander desde la relajación, acertará. Quien piense que los de Preciado regalarán los tres puntos, es posible que se equivoque. Al menos es lo que se desprende del primer entrenamiento de la semana en Mareo, tras los dos días de descanso que concedió el técnico cántabro a sus jugadores.

La sesión estuvo marcada por las ausencias. De las Cuevas, Gregory y Cuéllar se ausentaron de la sesión con permiso del club. Otras tres piezas importantes se encuentran con problemas. Rivera sufre unas molestias en el gemelo, que le hicieron trabajar en el gimnasio. El mismo trabajo que siguió Botía, aún renqueante del esguince de tobillo que sufrió en Málaga. Diego Castro, por su parte, también está tocado en su rodilla izquierda, aunque sí salto al césped de Mareo. El concurso de los tres en el partido del Sardinero se antoja complicado de cara a evitar males mayores con la situación encauzada. Por su parte, Bilic viajará el miércoles con su selección y no podrá jugar el domingo.

Quien no tiene posibilidad alguna de despedirse del Sporting sobre el terreno de juego es Kike Mateo. El murciano está descartado por los servicios médicos del club por su elongación en el adductor y no viajará con la expedición rojiblanca a Santander. Con todos estos ingredientes, la ocasión se presenta ideal para los jugadores que han disputado menos encuentros esta campaña y para los chavales del filial. La retención de los de Vidales en Canarias hizo que ayer tan sólo se ejercitará Borja Navarro con el primer equipo. El joven declaró que «aún no he hablado con Preciado sobre la posibilidad de jugar con ellos. Me hace una gran ilusión pero prefiero no planteármelo». En la memoria de Navarro aún está su debut en Almería, partido del que «no tengo gran recuerdo pero un debut siempre es una gran noticia. Si tengo la oportunidad de volver a jugar, seguro que será un mejor recuerdo». Y hablando de grandes momentos a Navarro se le plantea cual ha sido el mejor de la temporada: el debut en Primera o el gol que certificó la permanencia del filial, pero no duda: «Jugar en primera. Fue un sueño hecho realidad».