El Sporting no pudo renovar este año los votos de su histórico idilio con la Copa del Rey. Tras alcanzar los cuartos de final en la temporada anterior, los de Manuel Preciado se despidieron de la competición eliminatoria a las primeras de cambio. El sorteo del primer emparejamiento no gustó en Mareo. El Recreativo, un recién descendido, era un rival lejano, incómodo y peligroso que ni siquiera dejaría una buena taquilla en El Molinón. Tras un doble empate a un gol, el Sporting cayó eliminado en la muerte súbita de los penaltis.