Santander, Víctor RIVERA

«El partido respondió al guión previsto entre un equipo necesitado de ganar y otro que ha hecho los deberes». Tras la primera respuesta de Manuel Preciado, que resumió a la perfección lo visto sobre el terreno de juego, se hizo un largo silencio. El propio técnico lo rompió para agregar que «ha sido un partido muy espeso, muy parado, un partido feo para ver y que, como casi siempre, ganó el que más lo necesitaba».

A falta de otros análisis que se pudieran realizar, el sportinguismo valoró la presencia de dos juveniles y de un jugador del filial. «Si han jugado hoy es porque desde el club se le está mimando y se confía mucho en ellos», explicó el técnico, para abundar que «les ha venido muy bien y los tres han estado magníficos. Sergio ha hecho un partido muy completo y Borja y Juan, lo mismo». Preciado confirmó que lo suyo no será un espejismo, ya que «son jugadores a tener muy en cuenta por nosotros, el año que viene estarán en la pretemporada seguro y cada uno se ganará lo que se tenga que ganar».

El técnico se acordó de los que tuvieron ayer motivos para las lágrimas. «En el fútbol, para que uno ría, otro tiene que llorar. Los descensos son algo muy duro, pero al final han bajado los tres que estuvieron todo el año abajo, aunque han hecho un final de temporada buenísimo», argumentó, y les lanzó la pequeña moralina de que «hay que empezar a sumar desde el primer día». Preciado confesó que «lo lamento personalmente por alguno de mis colegas y por las entidades, pero esperamos verlos pronto».

De su vuelta al Sardinero reconoció que «hoy era un día complicado porque el Racing se jugaba muchísimo e incluso ganando podía bajar. Afortunadamente se ha salvado y yo me alegro infinito». Y lamentó que «me ha parecido que el ambiente estaba un tanto raro. Creo que pase lo que pase, los equipos tienen que estar más arropados por su gente».