Oviedo

Laporta sigue hasta el final el ideario de Cruyff de inyectar sangre joven de forma permanente. El presidente del Barcelona, muy cerca del final de su mandato, refuerza al equipo con jugadores que se entiende que pueden aportar ganas de triunfo además de calidad. Villa es un claro ejemplo de ello, Cesc está en esa línea; es decir jugadores con mucho fútbol y goles y con ansia de grandes triunfos después de permanecer en los últimos años en equipos del segundo escalón.

Cruyff siempre ha sido partidario de plantillas en las que figuren los suficientes jugadores de nivel alto para que nadie se duerma, que nadie tenga la sensación de que es titular porque no hay recambio para él. Así se entiende que la intención del Barcelona es que permanezcan en la plantilla Ibrahimovic y Bojan, por tanto futbolistas de recambio para la línea delantera.

Sin embargo se cae Henry debido a lo que el club considera que es una falta de compromiso con el equipo, debido a su indolencia durante la temporada. Además seguirá en la línea de incorporar jugadores de la cantera, que siempre aportan un importante compromiso.