Un total de trece nacionalidades conviven en la plantilla del Inter de Milán, en una ratificación del espíritu de "Internazionale" con el que fue fundado.

La historia del Inter es curiosa y llena de episodios, más o menos, llamativos; entre ellos que su procedencia tiene su principal origen justamente en su odiado "eterno rival", el Milán.

Fue fundado el 9 de marzo de 1908, en el restaurante "L'Orologio" ("El Reloj"), cuando una serie de "miembros disidentes" del entonces "Milan Cricket and Football Club (el Milán actual) decidieron dejarlo en protesta por el hecho de que no se permitiesen jugadores extranjeros en la plantilla.

De ahí que su nombre inicial fuese "Internazionale Football Club", ya que los siete disidentes milanistas decidieron fundar una entidad nueva y aprobar en sus estatutos que en la plantilla tuvieran cabida jugadores extranjeros.

Además, se quiso que el primer duelo entre el nuevo "Internazionale" y el viejo "Milan Cricket" (fundado en 1899) tuviera lugar en una localidad suiza cercana a Milán, donde el Inter tenía un gran número de seguidores al incorporar a sus filas jugadores de dicha nacionalidad.

No es de extrañar, pues, que cuando por la denominada "ley John Bosman" se abrió la total entrada de extranjeros, el Inter se convirtiera en el club más "Internacional" sobre todo de Italia.

El Inter perdió una vez su nombre. Aconteció en 1928 cuando tras fusionarse con la "Unione Sportiva Milanese" cambia a "Societá Sportiva Ambrosiana", llegando a perder hasta sus colores primitivos.

Años después recupero en parte su nombre original, como "Associazione Sportiva Ambrosiana-Inter", siendo en la campaña 1945-46, tras la conclusión de la II Guerra Mundial, cuando vuelve al original de "Internazionale".

La historia de sus éxitos está unida a "extranjeros"; especialmente al técnico hispano argentino Helenio Herrera y al jugador español Luis Suárez, llegado tras ser proclamado "Balón de Oro del Fútbol europeo".

Ambos llegaron al club en los años 60 y contribuyeron de forma decisiva al denominado "Gran Inter", el equipo que durante esa década reinó en Europa, tomando el testigo del Real Madrid, y en Italia.

Bajo el mando de Herrera y el liderazgo de Suárez en el terreno de juego, el equipo interista conquistó sus dos únicas Copas de Europa (1963-64 y 1964-65). Sería injusto no recordar en esos logros también la gran contribución de los italianos Armando Picchi, Giacinto Facchetti y Sandro Mazzola, y del brasileño Jair.

La tradición foránea sigue hasta el punto que en las últimas campañas es difícil ver un solo jugador italiano en su once inicial.

Algo que puede volver a producirse este sábado, en la final de la Liga de Campeones de Europa, donde en el previsible once titular no estará jugador alguno nacido en tierras italianas: Julio César (BRA); Maicon (BRA), Lucio (BRA), Samuel (ARG), Javier Zanetti (ARG); Cambiasso (ARG), Sneijder (HOL), Stankovic (SER); Pandev (MAC), Diego Milito (ARG), Samuel Eto'o (CAM).

Es más, de ellos, tan sólo hay tres jugadores de la Unión Europea, que podían haber sido dos si no estuviera sancionado el brasileño Thiago Motta, sustituido por Stankovic.

Las trece nacionalidades presentes en la actual plantilla del Inter de Milán, que entrena un portugués (José Mourinho), son las siguientes: Italia, Brasil y Argentina, cuatro jugadores cada uno; Austria, Colombia, Rumanía, Serbia, Portugal, Holanda, Ghana, Camerún, Kenia y Macedonia, con uno.

Es particularmente notable la amplia representación latinoamericana en la plantilla, con nueve integrantes: los argentinos Javier Zanetti, Walter Adrián Samuel, Esteban Cambiasso y Diego Milito; los brasileños Julio César, Maicon, Lucio y Thiago Motta; y el colombiano Iván Ramiro Córdoba. De ellos, titulares indiscutibles.