El Regal FC Barcelona consiguió esta noche evitar la sorpresa y se llevó de manera fácil y contundente el partido contra el Gran Canaria 2014 (85-53), en un duelo en el que arrollaron a su rival y ofrecieron un recital de baloncesto digno del vigente campeón de la Euroliga, que ahora tendrá que hacer bueno el resultado en el Insular de Las Palmas.

La última visita de los canarios a Barcelona acabó de forma similar (105-55), en otro buen partidos de los blaugrana. Sin embargo, la serie se traslada ahora a las Islas y, allí, este Barça parece no poder con el poderío de los canarios como locales. No obstante, de tener el acierto de hoy, de mover tan rápido el balón o de cerrar tan bien el rebote, la racha de 5 derrotas consecutivas podría acabar.

Y es que esta noche, no fueron los jugadores del Barcelona quienes salieron con la Euroliga a la pista para entregarla al público, sino las 'cheerleaders', pero el juego de los catalanes fue tan bueno como el desplegado en París para conseguirla. En pocos minutos ya consiguieron ponerse 10 arriba (12-2) en un inicio con un ritmo demasiado rápido para los canarios.

Pascual planteó un partido ofensivo y de marcador amplio, y es que en un escenario de intercambio de canastas este Barça tiene mucha más pegada. Estuvo bien Bellas como escudero de Carroll, pero en el Barça hay mucha artillería y toda ella pesada si la pólvora no está mojada, y hoy estuvieron todos muy activos.

Con un buen acierto en triples y un juego espectacular, en el que todos aportaron su granito de arena, los blaugrana anularon al Gran Canaria tras el descanso, con un tercer cuarto en el que pasaron por encima de los canarios (25-8) y acabaron con la poca resistencia que pusieron en la primera parte.

Hasta entonces, los de Pedro Martínez consiguieron no perder de vista al Barcelona, que dominaba en todas las facetas. Carroll, como siempre efectivo, y McDonald buscándose la vida en solitario en la pintura, evitaron tener que pensar en el Insular antes de tiempo. Sin embargo, por si ser campeones de Europa no intimidara suficiente, los blaugrana apretaron el acelerador y además lo hicieron con espectáculo incluido.

Asistencias casi imposibles que acabaron en mates estratosféricos. Rebotes ofensivos que permitían solventar los pocos errores cometidos y una intensidad digna de una finalísima, no del primer partido de los 'play-off'. El público que se acercó al Palau Blaugrana disfrutó del baloncesto con la entrega de los suyos. A destacara la del veterano Basile, luchando como si fuera un 'rookie' en busca de más minutos.

Con 46-35 al descanso podía haber partido, pero ahí se quedó todo. Son cinco los años consecutivos en los que el Barça no gana en Las Palmas, así que quisieron cerrar el partido de hoy en vista al domingo, por si allí no pueden acabar con la mala racha. Con poco más de tres minutos jugados tras el descanso, el marcador reflejaba un 55-37 que aún llegó a ser más escandaloso al final del penúltimo periodo (71-43).

En el último, las tornas no cambiaron. Es más, la renta siguió aumentando (78-43) ante la pasividad de unos canarios que se quedaron sin alas y sin aliento para piar sus últimas jugadas. En los catalanes, Pascual rotó el banquillo constantemente y sus jugadores dieron todo su potencial, como si todos los partidos jugados hasta ahora fueran pocos. Trias recibió su ovación y gozó de minutos, siempre correcto el de Girona.