Johannesburgo, Efe

La selección brasileña aterrizó ayer en Sudáfrica de una manera muy discreta y se marchó directamente a su hotel de concentración, para dirigir Dunga una sesión de trabajo en un campo cercano. Brasil, segunda selección -tras Australia- que llega a Sudáfrica, debutará en el Mundial contra Corea del Norte el 15 de junio y se medirá después a Costa de Marfil y Portugal.

«No prometo nada, sólo trabajo», dijo Dunga en su primera comparecencia ante la prensa. «Hacía tiempo que no trabajábamos juntos y nos falta automatizar ciertos movimientos», añadió el técnico, que admitió que su equipo sea uno de los favoritos «junto a otra docena de grandísimas selecciones».