Gijón, Ruben DÍAZ

Marcos Landeira y Jony López son dos jugadores cuyas carreras futbolísticas han discurrido de forma casi paralela. Los dos formaron parte de la plantilla del cuadro gijonés en las dos temporadas en Segunda del entrenador cántabro, y ambos se fueron cedidos en el retorno del equipo a Primera y reforzaron al filial en la última temporada en Segunda B. Sin embargo, hoy, Marcos Landeira sabe que continuará siendo jugador del Sporting y Jony López tendrá que labrarse su carrera en el fútbol lejos de Gijón.

La cara alegre es la de Landeira. El centrocampista de Pumarín mantuvo ayer una reunión con el director deportivo rojiblanco, Emilio de Dios, en la que le comunicó algo que en realidad el joven jugador ya sabía desde hace algún tiempo. El club le ofrece renovar su contrato por dos temporadas. Eso sí, todo apunta a que el medio centro hará la pretemporada, o parte de ella, con el primer equipo, pero luego será cedido a un conjunto de Segunda División. La comunicación verbal se plasmará en negro sobre blanco probablemente la semana que viene, cuando su representante, Eugenio Botas, cierre los detalles del contrato en Mareo.

La cara triste es la de Jony López. El central de La Calzada no seguirá en el Sporting. El zaguero gijonés aseguraba ayer que estoy «triste por haberme despedido de este gran club y dejar aquí grandes amigos. Pero sin ser engreído, creo que demostré que puedo estar en una categoría superior y ese es mi objetivo para la temporada que viene».