Oviedo, Nacho AZPARREN

Una de las grandes incógnitas que rodean el futuro inmediato del Oviedo ya está despejada. Pichi Lucas será en el encargado de dirigir la nueva aventura azul en la categoría de bronce. Las reuniones en las últimas horas entre el director deportivo, José Manuel Martínez, y el entrenador han acercado las posturas de tal manera que en las próximas horas podría hacerse oficial la continuidad de Pichi Lucas en el banquillo durante la próxima temporada.

«Todavía no hemos cerrado el acuerdo definitivo, pero la intención de las dos partes es continuar. Es cuestión de horas que lleguemos a un entendimiento», afirmó el berciano, con satisfacción, al término del último entrenamiento de la temporada en el Requexón. Las horas posteriores al partido ante el Pontevedra no habían sido fáciles para el preparador azul. La prematura eliminación no entraba dentro de los planes de Pichi Lucas, que pidió unas jornadas de reflexión a la dirección deportiva de la entidad para asimilar el mazazo y valorar sus opciones de futuro. Ahora, el entrenador se encuentra con las fuerzas necesarias para emprender la nueva aventura y sus palabras denotan que ya tiene todo planificado. «Nuestro único objetivo es ascender y, para ello, tenemos que incorporar un tipo de futbolista diferente del que tenemos; ni mejor, ni peor», indicó el técnico, que profundizó en su análisis: «En esta categoría no es suficiente con jugar muy bien al fútbol, hace falta dominar otros aspectos que no hemos sabido manejar en los encuentros más importantes. Ahora buscaremos futbolistas que nos den un plus en otros rasgos del juego».

La labor ahora será ardua. Se presentan unos días de actividad frenética en las oficinas del club, con el capítulo de altas y bajas como asunto esencial de la agenda azul. La situación de los futbolistas azules -sólo ocho tienen contrato a partir del 30 de junio- deja entrever que habrá numerosos cambios. Pichi Lucas es consciente de que para lograr el objetivo es importante sentar las bases de forma eficiente, por eso defiende que el mes de «junio es el más importante de la competición y no nos podemos equivocar en los pasos que demos. Habrá muchos movimientos». Y añadió: «El entrenador debe involucrarse en la confección de la plantilla porque al final es el que hará jugar a los futbolistas». Las palabras del berciano evidencian el perfil de jugador que la dirección deportiva buscará para el nuevo proyecto: jugadores contrastados, con experiencia en la categoría y que añadan más competitividad al grupo, en la línea en la que Dámaso Bances se había expresado tras la eliminación azul ante el Pontevedra. «Les ha faltado algo de carácter», explicó el presidente, en alusión a los futbolistas carbayones.

Con la continuidad de Pichi Lucas al frente de la nave azul se cumple la primera de las etapas diseñadas por la dirección deportiva para la constitución del nuevo Real Oviedo. En cuanto la firma del entrenador berciano se estampe en el nuevo contrato, el club comenzará con el capítulo de renovaciones, bajas e incorporaciones. En medio, la reunión que Dámaso Bances celebrará la semana que viene con el consejo y tras la cual podría abandonar la presidencia del club.