El Barcelona se quedó a un paso de conquistar la primera 'final four' de la historia del balonmano continental tras perder ante el THW Kiel (34-36) el día en el que se despedía su capitán David Barrufet.

El equipo azulgrana, que volvía a una final europea cinco años después, dominó el partido durante cuarenta minutos (24-19, min.39), pero una defensa mixta ordenada por el técnico islandés Alfred Gislasson sobre el lateral Shiarei Rutenka derribó a un Barcelona que se quedó sin ideas en ataque y sin respuesta en el banquillo.

El conjunto alemán, que había perdido las últimas dos finales contra el BM Ciudad Real, al que derrotó en las semifinales, sumó su segunda Copa de Europa y se vengó de un Barcelona que en la temporada 1999-2000 lo había derrotado en su primera final en la máxima competición europea.

Al igual que en el partido contra el Ciudad Real, Alfred Gislasson necesitó sentar unos minutos al portero Thierry Omeyer para recuperar a su estrella. En su vuelta a la pista el internacional francés sacó a relucir su calidad con una serie de paradas consecutivas.

Entre Omeyer -diecisiete paradas- y el cañonero checo Filip Jicha -ocho goles en la primera parte- mantuvieron al Kiel en el partido, ya que Narcisse, Zeitz y el pivote sueco Marcus Ahlm eran incapaces de superar a un gran David Barrufet.

El mejor portero que ha dado el balonmano español quiso celebrar su despedida con una nueva exhibición. Cerró el primer tiempo con un 50% de paradas, después de sustituir a Saric en el minuto trece. Y es que Barrufet se creció en cada ataque alemán. Con cada lanzamiento detenid logró enmudecer a los 20.000 alemanes que llenaban el Lanxess Arena.

No brilló Barrufet únicamente en ese momento. El meta estuvo protegido por una magnífica defensa liderada por el sueco Magnus Jernemyr, Víctor Tomás y el danés Joachim Boldsen, algunos de los guerreros de Xavier Pascual "Pasqui".

Pero en la primera parte el Barça no rozó sólo la perfección en ataque. Los blaugranas convirtieron ocho de sus primeros diez lanzamientos y cuando tuvieron problemas siempre encontraron una solución en el pivote danés Noddesbo o en el internacional Juanín García, letal desde los siete metros.

Todo funcionó de maravilla hasta que Gislasson pidió tiempo muerto cuando el Barcelona adquirió una máxima ventaja de cinco goles (24-19, min.39). A partir de ahí se vivió otro encuentro. La defensa mixta sobre Rutenka hizo mucho daño a los españoles.

Los alemanes, con un sensacional Omeyer en la portería, empezaron a creer en la remontada cuando se situaron a dos goles tras un parcial 1-5 en siete minutos (26-24, min.46). Al Barcelona le empezó a entrar el miedo. Su entrenador, además, tampoco supo cortar a tiempo la reacción alemana.

Cuando Pasqui paró el choque el Kiel ya se sentía ganador (29-29, min.50). Y es que al igual que ante el Ciudad Real, los alemanes había hecho lo más difícil: remontar una desventaja de cinco goles.

Bajo un ambiente ensordecedor, el Barcelona continuó atascado. Demasiada ventaja para un equipo que, a pesar de jugar con prácticamente nueve jugadores por las bajas, atesora una enorme calidad. El Kiel se puso por primera vez por delante en el marcador en el minuto 51 (29-30). Ya no perdería el mando del partido.

El pequeño intercambio de goles durante los minutos finales no ayudó al Barça. Tampoco las rotaciones de un Pasqui que parecía estar superado. El Kiel se escapó en el marcador tras un gol del lateral Zeitz (30-33). Ahí se murió el encuentro, pese a los últimos intentos de un Barcelona que llegó a situarse a un gol. La defensa 4-2 ordenada por Pasqui no dio resultado.

El Kiel, que ha jugado las últimas cuatro finales de la Copa de Europa, amargó la despedida de Barrufet y salió victorioso de una fiesta que parecía preparada para que ganase un equipo alemán.

Al final las tristes provocaciones de Thierry Omeyer, que nada más acabar el choque se dirigió corriendo hacia los jugadores blaugranas, provocó una pequeña tangana entre los dos equipo y con el meta francés en el punto de mira de todos los barcelonistas.

Ficha técnica:

34 - Barcelona Borges: Saric, Juanín García (13,9p), Rutenka (4), Sarmiento (1), Noddesbo (6), Nagy (1) y Víctor Tomás (4) -siete inicial- Barrufet (ps), Jernemyr, Boldsen, Iker Romero (2), Garabaya (1), Igropulo (1) y Mikkel Hansen (1).

36 - THW Kiel: Omeyer, Klein (5), Narcisse (4), Ahlm (1), Jicha (11,2p), Zeitz (6) y Sprenger (2) -siete inicial- Gentzel (ps), Palicka (ps), Lund (1), Ilic (1p) y Palmarsson, Reichmann, Anic (2) y Lundström (3)

Marcador cada cinco minutes: 3-1, 7-4, 11-9, 15-11, 17-14, 20-17 (descanso); 21-18, 24-19, 26-23, 29-28, 30-32 y 34-36.