<IÑAKI TEJADA, SEGUNDO TÉCNICO DEL SPORTING>

Gijón, Rubén DÍAZ

Iñaki Tejada (Bilbao, 19-11-65) no puede evitar que su rostro refleje la satisfacción del deber cumplido. La tercera campaña consecutiva en Primera del Sporting es una realidad en toda regla.

-¿Cómo se podría calificar la temporada del Sporting?

-Yo creo que como un año en el que se han cumplido los dos objetivos que nos habíamos marcado, que no eran otros que lograr la permanencia y seguir creciendo como equipo. Incluso nos habíamos propuesto tratar de lograr la salvación antes de la última jornada, y también lo logramos.

-Si analizamos la campaña por tramos, la primera docena de partidos fue espectacular, sumando veinte puntos, justo la mitad de lo cosechado por el equipo a final de temporada.

-Es verdad que el inicio fue muy bueno en cuanto a puntos, pero si analizamos los tres últimos partidos en los que la gente se jugaba todo también fueron muy buenos, no logramos ganarlos, pero teniendo que desenvolvernos en una situación de máxima tensión logramos arrancar dos empates en campos tan complicados como La Rosaleda o el Alfonso Pérez y luego redondear la faena con el Atlético de Madrid. Lo que tampoco se puede negar es que estuvimos bastante regulares ante Xerez, Tenerife y Valladolid.

-Después de la victoria ante el Deportivo y el empate logrado en casa del Espanyol llegaron las dos jornadas disputadas entre semana. ¿Se le hizo muy cuesta arriba ese tramo de competición al equipo en el apartado físico?

-No creo que fuera por una cuestión física. De hecho, en Málaga, a mi entender, jugamos un partido al que no se le dio su justo valor. Fue un partido de los más duros que disputamos en los últimos años. Había 35 grados de temperatura y el conjunto de Muñiz se lo jugaba todo. Y a los tres días fuimos a Getafe e hicimos uno de los mejores partidos de la temporada, de hecho, para ganar sólo nos faltó remate. Lo que sí creo es que después de empatar en Cornellá el objetivo estaba tan cerca que nos empeñamos en cogerlo al día siguiente.

-¿Hubo un exceso de confianza tras ganar al Deportivo, verse con 35 puntos y analizar que todavía había un margen de diez encuentros para lograr la permanencia?

-Llegamos a los diez últimos partidos de Liga con la sensación de tener los deberes hechos, algo que no nos había sucedido en años, y quizás caímos en pensar que una victoria la íbamos a sacar y que los de abajo no iban a sumar.

-¿El bajón del equipo vino propiciado entonces por confiarse o por un exceso de responsabilidad?

-Fue más un exceso de responsabilidad. Todos estábamos empeñados en que esta temporada no teníamos que sufrir tanto. ¡Y lo teníamos tan al alcance de la mano! Creo que nos metimos en una espiral de decir: tiene que ser esta jornada, luego esta otra?, pero lo cierto es que nos enfrentamos también a rivales que se jugaban la vida, como el Tenerife y el Valladolid. Con los canarios no supimos amarrar el empate y contra los castellanos competimos bien, pero ellos fueron mejores ese día. El error fue que afrontamos la mayoría de esos diez últimos partidos como finales, pensando que sacando alguno teníamos amarrada la permanencia. Y nos fuimos generando una carga de responsabilidad que nos lastró.

-Si se analiza la temporada, llama la atención que en los primeros dieciséis partidos de Liga, en los que en quince jugó Míchel, el Sporting sumó casi el 45% de los puntos en disputa, veinte. Justo la mitad de los que logró el equipo en el resto de temporada sin el lenense, con la diferencia de que fueron veintitrés encuentros. ¿Se notó tanto la ausencia de Míchel como reflejan las estadísticas?

-Los números son ésos, pero no sumamos menos puntos porque Míchel no estuviera con nosotros. La realidad es que cada vez que va pasando el tiempo los partidos son más difíciles. Los últimos diez partidos no tienen nada que ver con el resto de la Liga. Ya se están jugando otras cosas y la gente cada vez va estando más castigada. De hecho, se puede comprobar en los cambios en las alineaciones en todos los equipos. En las nuestras entran de titulares Iván Hernández, José Ángel; Sastre participa muchísimo más de lo que lo había hecho hasta la fecha. Es cuando llega el momento de la verdad y ya no depende de quién está o no está, depende de cómo estás y ver de lo que eres capaz. Lo bueno que tiene esta plantilla, porque lo ha demostrado en los últimos años, es que cuando tenemos el agua al cuello damos el do de pecho. Seguro que si hubiera estado Míchel el equipo hubiera hecho lo mismo.

-El equipo ha vuelto a iniciar la campaña como un cañón y al regreso de vacaciones de Navidad, otra vez ha bajado sus prestaciones durante el invierno, para recuperarse conforme avanzaba la primavera. ¿Tiene el Sporting un problema de planificación en el apartado físico o es una leyenda urbana?

-Hay demasiado mito con el tema de la planificación física, pero no sólo en el Sporting, en todos los clubes. Esta temporada lo que ocurrió es que quizá pegamos un estirón muy grande al comienzo y luego, cuando llegan las dificultades, caes en la cuenta de que te cuesta ganar partidos, como a todos, e incluso un poco más, pero al alcanzar el momento de la verdad, en los últimos cuatro choques, ahí hemos dado el callo, pero no sólo esta temporada.

-El salto de calidad de la plantilla de esta última temporada respecto a la que logró la permanencia el año pasado ha sido notable. ¿Los refuerzos han rendido a plena satisfacción?

-Sin duda los fichajes nos han dado muchísimo, pero también es incuestionable que los jugadores que ya estaban en plantilla han crecido en su rendimiento en Primera. Ninguno de ellos es el mismo futbolista hoy, después de haber sumado a su bagaje profesional esta campaña, treinta, veinte, quince o diez partidos más en una competición tan exigente como la Liga.

-Y si hablamos de crecer como futbolista, el ejemplo más palpable ha sido Lora. Su rendimiento como lateral derecho en una posición desconocida ha dejado boquiabierto a todo el mundo.

-Su adaptación a esa posición ha sido muy rápida porque se trata de un jugador muy inteligente que ha asimilado perfectamente los mecanismos de ese puesto. Además, ha contado con la ayuda de todos, y, por supuesto, de Rafael Sastre, que le ha dado algún que otro consejo.

-El equipo defensivamente ha mejorado respecto a la anterior campaña en Primera, pero ofensivamente los números han sido muy pobres. ¿Es el resultado de apostar por un estilo de juego demasiado directo?

-Diego Castro ha metido diez goles, De las Cuevas también ha aportado una buena cantidad de tantos, en general la gente que juega en la línea de tres por detrás del delantero ha sido bastante más resolutiva que otras temporadas. A mi juicio, ha habido bastantes acciones que podían haber terminado en gol, que por escasa fortuna no se materializaron, pero no porque se hubieran tomado malas decisiones a la hora de finalizar las jugadas.

Segundo entrenador

Este bilbaíno afincando en Gijón es lo que se conoce en el argot futbolístico como un técnico de la casa. Inició su andadura en Mareo como técnico de las categorías inferiores del Sporting. Pero para el gran público empezó a ser popular cuando se convirtió en la temporada 2003-2004 en el segundo entrenador de Marcelino García Toral. Desde entonces continúa desempeñando la misma responsabilidad. Además de con Marcelino García Toral ha trabajado con Ciriaco Cano y con Manuel Preciado.