Ciclismo / Tour de Francia

Samuel: «Es una pena perder así el podio»

El ovetense llevaba una semana enfermo y se quedó sin fuerzas

Samuel: «Es una pena perder  así el podio»

Samuel: «Es una pena perder así el podio»

Pauillac (Francia), J. E. CIMA

Samuel Sánchez (Euskaltel) estaba destrozado física y moralmente tras acabar la crono y perder el tercer puesto del podio porque no le respondieron las fuerzas al llevar unos días enfermo y con secuelas de la dura caída en la jornada del Tourmalet. «De salida intentaba ya ir a tope, pero veía que no podía rendir como esperaba. De hecho, mi pulso no logré subirlo de 163 pulsaciones por minuto, cuando lo normal es que pase de 180 y eso indicaba que me pasaba algo importante», decía el asturiano mientras esperaba para pasar el control anti-dopaje.

Debido al esfuerzo realizado se sentía algo mareado y le tuvieron que dar agua y azúcar para reponerse. El campeón olímpico descubría a LA NUEVA ESPAÑA: «Llevo desde Pau con una fuerte bronquitis que esperaba que se me fuera pasando, pero fue a más. No podía decir nada para no dar pistas a los rivales y al final lo pagué en la crono, que era cuando más fuerzas necesitaba. Una pena perder así el podio de París».

Samu tiene claro que al inicio de la contrarreloj, cuando «me dieron la primera referencia de que Menchov me llevaba medio minuto, no me lo creía. De hecho mandé que me la repitieran desde el coche y al confirmarse me di cuenta de que el ruso iba increíble y yo nada bien, aunque iba pedaleando a tope. Luego, en la parte final de la contrarreloj, ya no me decía nada el director, por lo que estaba claro que mis tiempos eran malos. En ese tramo hacía mucho viento y fue cuando peor lo pasé».

Las secuelas de la caída también pasaron factura, aunque Samuel no ponía excusas: «Iba preocupado por no poder rendir bien y, aunque me molestaba el codo para apoyarlo en la bici de contrarreloj, casi no lo notaba porque quería agarrarme a defender el podio».

Muchos se acercaban a consolar al jefe de filas del Euskaltel y Samu solamente lamentaba que «tenía cerca el tercer cajón y ahora el cuarto puesto no me sabe a nada, aun cuando es una buena clasificación. La verdad es que Menchov voló porque Contador tampoco estuvo fino y tuvo lucha con Schleck y el ruso casi podía luchar por ganar el Tour». El masajista del equipo tuvo que ayudarlo a subir al camión donde se hace el control porque «estoy mareado y con ganas de vomitar», reconocía el ciclista.

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