Oviedo

Una de las personas que más se han alegrado por ver a Juan Mata levantando la Copa de Mundo ha sido su abuelo Manuel García. A punto de cumplir los 80 años, reconoce que su nieto es lo que le «mantiene vivo». «Juan me da la vida», dijo poco después de la entrega del galardón a su nieto Juan. Manuel García, en excelente forma y muy aficionado al fútbol, siguió al jugador desde que comenzó a dar patadas al balón. Él le llevaba a los entrenamientos y nunca se perdía sus partidos. Ahora disfruta como nadie viéndolo triunfar por todo el mundo y tiene un solo anhelo: «viajar a Brasil dentro de cuatro años, cuando Juan juegue el próximo Mundial».