Alicante, P. C.

El presunto amaño de partidos en Segunda la pasada temporada difícilmente tendrá consecuencias deportivas. El magistrado del juzgado de Instrucción número 7 de Alicante se niega a enviar a los organismos deportivos las escuchas telefónicas en las que el máximo accionista del Hércules presume de haber amañado un partido para asegurar el ascenso de su equipo a Primera División.

Un diario madrileño publicó ayer la conversación del dueño del Hércules, el constructor alicantino Enrique Ortíz, con un familiar, en la que asegura haber sobornado al portero del Córdoba, Raúl Navas: «Le di 100.000 euros. En el primer gol de Tote se tira para el lado contrario». El Hércules ganó aquel partido por 4-0. En otro momento de la grabación Ortíz explica que «al Salamanca le ofrecimos 150.000 euros. No quisieron y les metimos también cuatro».

Esta grabación telefónica está incluida en el sumario del «caso Brugal», una investigación sobre una supuesta trama corrupta vinculada al negocio de la basura en el sur de Alicante.

El Betis, cuarto clasificado en Segunda División en la pasada Liga, ha solicitado a la Federación Española ocupar la plaza del Hércules. Sin embargo, el juez encargado del caso desestimó ayer la petición del fiscal anticorrupción para que comunicara las irregularidades administrativas a la propia Federación y el Consejo Superior de Deportes, según pudo saber el diario «Información» de Alicante.