Amberes (Bélgica), Agencias

Kaká salió ayer por la tarde de la Clínica Monica de Amberes y posteriormente se trasladó a Madrid en un vuelo privado, donde comenzará la rehabilitación después de haber sido operado del menisco en la ciudad belga, donde se detectó que también tenía dañado el cartílago de la rodilla, por lo que estará entre tres y cuatro meses de baja. El brasileño aseguró al salir de la clínica que se encuentra «bien». «Siempre dejé claro que me molestaba un poco la rodilla izquierda», aseguro el jugador del Madrid, que también apunto que a pesar de las molestias «no sabía que era tan importante».

El internacional con la selección brasileña, ante las críticas que ha estado recibiendo los últimos días, quiso aclarar que siempre trató «la pubalgia», que sufrió durante buena parte de la temporada pasada, y que «no sabía que era tan grave» el problema de su rodilla izquierda, en la que se ha detectado que a la lesión de menisco también existe un deterioro del cartílago.

En relación a la operación a la que se ha sometido y al tiempo que va a tener que estar fuera de los terrenos de juego, Kaká se lamentó de que «ha sido muy triste, ha sido difícil, porque al principio era algo sólo del menisco. Cuando se vio que era el cartílago que no estaba bien fue una sorpresa para mí». «Hice los exámenes, nos sentamos todos y se decidió que lo mejor era operar», explicó el jugador, quien fue sometido a una artroscopia por el conocido médico Marc Martens, especializado en articulaciones y uno de los más famosos en el mundo deportivo.

Martens declaró a medios madridistas que Kaká no debería de haber estado en el Mundial porque la lesión «era grave» y que al hacerlo «su carrera ha corrido serio peligro». «Empezó a jugar con molestias y acabó con un dolor insoportable. Entiendo que es una competición única y que tenía presión, pero forzó muchísimo ante Holanda y Chile. Me reconoció que sentía mucho dolor», declaró el especialista a estos mismos medios.

Al conocer estas declaraciones el médico de la selección brasileña de fútbol, José Luiz Runco, salió al paso ayer y afirmó que el jugador del Madrid no corrió «ningún riesgo» durante su participación con la «canarinha» en la Copa del Mundo de Sudáfrica, que se disputó el pasado mes, y tras la que ha llegado lesionado a la pretemporada del conjunto blanco. «Kaká no se quejó de la rodilla la semana pasada. No había ningún riesgo en absoluto. En estos casos, creo que lo mejor es escuchar al jugador en vez de a los médicos», afirmó el sudamericano a medios sudamericanos.

El doctor brasileño fue más allá y puso en duda las declaraciones ofrecidas por Martens: «Lo que sé es que él (Kaká) llegó al equipo muy mal, debido al problema muscular en el abductor, y hemos trabajado duro para ponerlo en condiciones para jugar. No sé cómo este cirujano, especialista en la rodilla, ha podido comentar esto», zanjó el responsable médico de Brasil.

Por su parte, el capitán del Madrid, Iker Casillas, salió en defensa de su compañero Kaká ante las críticas que ha recibido por regresar tras las vacaciones con una grave lesión en la rodilla. Casillas se mostró convencido de que el brasileño «es el primero que está dolido». «Todos también estamos dolidos porque es un compañero fantástico. Todo el mundo puede hablar, opinar, decir, pero la gente que convivimos con él sabemos cómo es y el está bastante fastidiado», declaró el guardameta de la selección española.