Oviedo, P. A.

El Oviedo afrontará el quinto amistoso de la pretemporada frente al Marino de Luanco. El encuentro dará comienzo a las 19.30 y será la última prueba de fuego frente a un rival de inferior categoría para los de Pichi Lucas. Los azules llegan al partido demostrando una buena solvencia en el apartado defensivo. Los carbayones aún no han recibido ningún gol en los partidos frente al Colloto, Lealtad, Condal y Langreo.

El equipo lucirá la tercera equipación, que será blanca con rayas negras y con la cruz de Asturias en color dorado. Lo hará debido a la coincidencia de colores con el conjunto local, ya que el azul de la primera camiseta y el negro de la segunda equipación se confunden con el azul marino del equipo que dirige José Luis Quirós.

De cara al encuentro el entrenador berciano recupera a Miguel y Manu Busto con respecto al partido frente al Langreo. Asimismo, tendrá cinco bajas seguras: Bélar, Jandrín, Peña, Aitor Sanz y Pelayo. El equipo volverá a los entrenamientos por la mañana antes del partido y se podrá definir las tres dudas con las que se encuentra hasta el momento el Oviedo. Xavi Moré y Richi tienen alguna molestia y desde el cuerpo técnico no pretenden arriesgar para que no se agraven las lesiones, mientras que Miguel Falcón dependerá de cómo evoluciona de su proceso gripal que le ha impedido entrenarse al mismo ritmo que el resto de la plantilla.

Precisamente Xavi Moré reconoce que se muestra prudente porque ya tiene historial de lesiones: «Me encuentro relativamente bien porque voy entrando poco a poco con el grupo, porque no queremos forzar y estar tantos días parados. Tengo mucha masa muscular y, aunque la gente pueda pensar que no tenga muchos problemas físicos, más bien es al contrario, porque hay que cuidarse mucho más y estar más atento a esas pequeñas sobrecargas. Ya tengo un historial en esas lesiones y por eso vamos a hacer mi recuperación con cautela». En la misma línea, el fisioterapeuta, Manuel Barreto, explica el trabajo que se está haciendo con los jugadores tocados: «Los jugadores son bajas para competir, no para entrenar. Muchos de ellos se ejercitan, aunque aún no están preparados para competir. No queremos someter a ningún futbolista a ningún tipo de riesgo. El partido ante el Español es muy atractivo, pero no queremos que recaigan de sus lesiones».