Oviedo

Los montañeros que suben estos días al Naranjo se encuentran con la desagradable sorpresa de que en la cima de la emblemática montaña asturiana falta la no menos emblemática figura de la Virgen de las Nieves. Nadie es capaz de explicarse qué ha pasado con la escultura, que pesa aproximadamente quince kilos, y de la que es autor Antonio Rodríguez Sampedro, y también hay unanimidad en la indignación. El enfado se extiende a los habitantes de la zona.

La Virgen de las Nieves, enclavada en la vertiente oeste del Urriellu desde hace unos 50 años, falta desde hace unas tres semanas, según señalan varios montañeros, que aseguran a su vez que podría deberse al intento de algunas personas de eliminar símbolos religiosos de las cimas montañeras, ya que aseguran que han detectado la desaparición de símbolos semejantes en otras cumbres.

Por lo visto, no es la primera vez que la Virgen de las Nieves ha desaparecido del Naranjo, pero nunca durante tanto tiempo como ahora. En otras ocasiones esas «desapariciones» se habían debido a promesas.