Gijón, Pablo ANTUÑA

La plantilla del Oviedo daba el empate como bueno al término del encuentro y reconocía el cambio en la actitud del equipo para sumar el primer punto como visitante de la temporada. Aunque si hubo un momento que marcó al conjunto azul fue la expulsión de Aitor Sanz. El centrocampista cargó duramente contra la decisión del árbitro al mostrarle la cartulina roja: «Me parece demasiado decir que fue rigurosa. El árbitro se ha reído un poco de nosotros, es algo ridículo, cuesta pensar en la buena voluntad de los árbitros». Según el acta del árbitro cántabro, Gómez Ríos, el motivo de la expulsión fue «golpear a un contrario con la mano en su pecho, estando el juego detenido».

Afectado por dejar a su equipo con uno menos, Aitor Sanz estaba orgulloso de sus compañeros: «Jugar sesenta minutos con diez jugadores contra un rival así es para darles la enhorabuena».

Asimismo, uno de los más críticos esta semana con la actitud del equipo, Jorge Perona reconocía que el equipo sacó la casta que se pedía a lo largo de la semana: «Hay que trabajar en esta línea, seguir con estas mismas ganas y así llegaran los resultados». Por su parte, Marc Castells, que debutó como titular con el Oviedo dijo que: «Me he encontrado físicamente muy bien en mi primer partido completo, yo creo que esto va ser un punto de inflexión porque el equipo ha dado siempre la cara». En la misma línea, pese a jugar los últimos cinco minutos, Xavi Moré reconocía el esfuerzo de la plantilla para sacar un punto: «El equipo ha trabajado muchísimo para conseguir el empate, jugando con todo en contra y nos tiene que dejar satisfechos y tranquilos de que esto lo vamos a sacar adelante».