Madrid, A. M.

El Madrid, casi el mismo equipo que la temporada pasada llevaba 16 goles después de cinco jornadas, está seco. Ahora mismo hay ocho equipos con más tantos que los seis que llevan Cristiano Ronaldo y compañía. Con Pellegrini en el banquillo el Madrid acabó la Liga 2009-10 con 102 goles. Con Mourinho al frente ha acabado dos de los cinco primeros partidos con el marcador a cero. «Un accidente», según Arbeloa, uno de los futbolistas ajenos al debate, ya que la defensa sí está respondiendo a las expectativas: Casillas sólo ha tenido que recoger un balón de la red.

Lo curioso es que el Madrid es el equipo que más lo intenta de Primera División. En cinco partidos ha rematado 105 veces, lo que significa que su porcentaje de acierto es un paupérrimo 5,7 por ciento. Muy lejos del más efectivo hasta el momento, el Valencia, que llega hasta un 14 por ciento gracias a sus nueve goles en 64 intentos. En una posición intermedia quedan otros ilustres como el Barcelona (11,2), Athletic de Bilbao (11,7) y Villarreal (11,8).

La suerte madridista en el apartado ofensivo está íntimamente ligada a la de jugadores como Higuaín y, por supuesto, Cristiano Ronaldo. Y, de momento, el portugués no anda fino. Ronaldo ha rematado 41 veces para conseguir un gol y medio, teniendo en cuenta la ayuda de Pepe en el 1-2 de Anoeta. La obsesión rematadora de Cristiano, que la pasada temporada anotó 26 goles, empieza a cosechar las primeras críticas.

También Higuaín, máximo artillero madridista el año pasado con 27 goles, está en el punto de mira. Incluso se especula con su posible suplencia en el partido de mañana de Liga de Campeones frente al Auxerre, en beneficio de Benzema. Además, los integrantes de la segunda línea (Özil, Di María o Pedro León) han aportado muy poco en este aspecto, con un solo gol del argentino.

Las conclusiones provisionales son muy negativas para el Madrid de Mourinho. En la quinta jornada de la pasada Liga el equipo de Pellegrini iba al copo, con 15 puntos, mayor producción ofensiva (16 goles, por los seis actuales) y una solidez defensiva similar (dos tantos, por uno ahora). El problema para Pellegrini es que acabó la temporada en blanco.