Tras la derrota por 1-0 en Barcelona, en partido disputado entre semana, el Sporting recibió la visita del Valencia, un equipo que está arriba en la clasificación y que cuenta con buenos jugadores.

Todo empezó cuesta arriba, pues a los seis minutos un córner a media altura fue rematado de cabeza por Topal, que sorprendió a toda la defensa adelantándose al primer palo, 0-1.

Casi sin tiempo de asimilar el gol, vino la puntilla, una internada de Mata por la banda izquierda, con un gran pase raso al punto de penalti, fue rematado por Soldado con comodidad en el minuto nueve, 0-2.

Con este panorama, el Sporting se vio en dificultades para sobreponerse, pues el Valencia jugaba y controlaba el partido con veteranía y parando el juego todo lo que podía.

Antes de acabar la primera parte, Preciado cambió a Morán, dando entrada a Barral, para buscar un poco más de mordiente por el centro, colocando a De Las Cuevas por la derecha.

Así se llegó al descanso sin nada digno de contar y el panorama pintaba mal.

En la segunda parte, el Sporting espabiló y dominó el partido, mereciendo algún gol; todo pudo haber cambiado cuando Barral, un poco escorado en el área pequeña, tiró al poste: una pena pues aquí estuvo la clave del partido; también hubo otras ocasiones, un gran chut de Rivera desde fuera del área que despejó César, un remate de De Las Cuevas que salió fuera por poco y alguna más.

Preciado lo intento con los cambios, sacando a Bilic por Sangoy, para dar frescura al ataque y un poco más tarde el juvenil Sergio entró por Eguren en el centro del campo.

Por su parte, el Valencia, iba poco a poco echándose hacia atrás y cada vez que el entrenador visitante Emery hacía un cambio, era para quitar un delantero y sacar un centrocampista o un defensa, queriendo aguantar el resultado como fuese.

Al final no pudo ser y el resultado no se movió.

Por último, hay que comentar que el árbitro estuvo mal y perjudicó siempre a los rojiblancos, permitiendo las caídas reiteradas de los ches para perder tiempo y cortar el ritmo del juego y no fue justo con las tarjetas, pues lo que permitía al Valencia lo sancionaba a los locales.

Ahora sólo queda pensar en el próximo rival, el Zaragoza e intentar lograr la victoria.