Pamplona, J. E. CIMA

Nacho Novo, delantero del Sporting, y Arantxa Novo, base del Universidad País Vasco (UPV) de baloncesto, se abrazaron en Pamplona como buenos hermanos, tras el partido Osasuna-Sporting. LA NUEVA ESPAÑA fue testigo de ese encuentro a balón parado donde la hermana reconoce que «tuve que animarle un poco porque le veía triste por la derrota». El delantero rojiblanco confirmaba las impresiones de su hermana: «Fue una pena no poder dedicarte un gol, aunque creía que la volea iba a entrar». Nacho Novo señala que «mis tantos siempre se los dedico a mi madre, Isabel, ya fallecida, y a mi hermana».

Los dos hermanos nacidos en Ferrol llevan el apellido Novo de su madre, que fue jugadora de balonmano, porque «la queríamos mucho». Su padre fue también futbolista. Nacho Novo tiene 31 años y estuvo una década jugando de delantero goleador en Escocia, antes de fichar este año por el Sporting. Arantxa, a sus 27 años, ha acumulado una década de experiencia como base en los equipos Ensino de Lugo, Villagarcía, Pase de Mar de Ibiza y Rivas Vaciamadrid. Hoy es la capitana del UPV en San Sebastián en la Liga 2 Femenina (LF2) en el que cumple su segunda temporada. Arantxa llegó a ser internacional.

La de Pamplona no es la primera visita que Arantxa le hace a su hermano. Ambos hacen por verse cuando los calendarios de sus respectivos clubes se cruzan. El pasado 24 de octubre se encontraron en Getafe. En Pamplona vio en directo por segunda vez a Ignacio -como ella le llama- vestido del Sporting.

Arantxa dice de su hermano que «tiene un corazón tan grande que no le entra en el pecho. Es supercurrante y se implica siempre en el equipo en el que juega, como hizo en el Glasgow Rangers, donde jugaba de delantero arriba y con mucho olfato de gol. Ahora está contento en el Sporting porque la gente lo quiere mucho».

Nacho Novo le devuelve las flores. «Es muy buena persona. Es un cielo. Luego en la cancha es diferente porque tira siempre del equipo y tiene una mentalidad ganadora enorme. Se dice que en eso nos parecemos algo, porque a mí me gusta mucho ganar. Pero Arantxa me impresiona por esa mentalidad ganadora que tiene», explica.

Un nuevo abrazo sirve de despedida. El teléfono, al que recurren con frecuencia, acorta la distancia, aunque el calendario brindará nuevos encuentros. El Sporting no visitará San Sebastián hasta la segunda vuelta.