En las dos temporadas que lleva en Gijón, Miguel Ángel de las Cuevas Barberá (Alicante, 19-6-86) le ha dado muchas satisfacciones al sportinguismo. Pero ninguna como la explosión de júbilo que supuso su gol del sábado en el Santiago Bernabeu. «Creo que es el gol más importante que he marcado hasta ahora por lo que supuso, por el escenario, por los tres puntos y porque, sinceramente, no piensas que vas a ganar allí». Con ese remate raso, ajustado al palo, inapelable incluso para el mejor portero del mundo, De las Cuevas logra inscribir su nombre con letras de oro en la historia del Sporting. Justo al lado de Pío y Velasco. Los tres firmaron las tres dianas que le han dado al Sporting sus tres únicas victorias ligueras en el Santiago Bernabeu. También puso fin a la histórica de racha de Mourinho que se mantuvo invicto en casa durante nueve años. «Son datos que van a quedar en la historia y que serán un bonito recuerdo».

Miguel de las Cuevas no regresó a Gijón con el autocar del Sporting a la conclusión del partido. Su familia se había desplazado desde Alicante para ver el partido en directo y recibió permiso para quedar en Madrid y celebrarlo con ellos. El alicantino aterrizó en Asturias a media tarde de ayer, con una hora de retraso sobre el horario previsto, en un vuelo en el que también viajaba su compañero Ayoze. A medida que pasan las horas, el alicantino va percibiendo la trascendencia de su gol. «No he descansado mucho y estoy muy un poco cansado, pero muy feliz, muy contento, porque me voy dando cuenta de la importancia que tiene haber marcado este gol y, sobre todo, haber ganado».

Una de las ventajas de marcar en el Bernabeu es que tu gol da la vuelta al mundo. Todas las cadenas repiten una y otra vez el tanto que supuestamente decidió la Liga. «Lo he visto bastantes veces y cada vez me gusta más porque la verdad es que es una jugada muy bonita y es una gozada marcar un gol así en un campo como ése», confiesa. La jugada la tiene nítida en su retina: «Fue una jugada muy bonita, en la que Nacho Cases y yo hicimos dos paredes y acabó en gol. Es aún mejor porque sucede en el Bernabeu y ante unos defensas que son los mejores».

De las Cuevas no escatima elogios hacia su socio en la acción determinante del encuentro. «Nacho estaba en el filial hace dos meses y le ha dado un salto de calidad al equipo. Parece mentira que estuviera jugando en Segunda B y ahora gane en el Bernabeu, pero ya sabemos que tiene mucha calidad», explica en agradecimiento por el pase.

De las Cuevas salió a cenar por Madrid con su familia el sábado y fue reconocido por numerosos aficionados que le reprocharon haber dejado al Madrid sin Liga. El futbolista matiza: «Yo no le he quitado la Liga al Madrid, porque una Liga se gana en 38 partidos». El mediapunta aparece relajado a pesar del revuelo que ha levantado su gol. «La gente se sorprende de lo tranquilo que estoy», admite para añadir que «por la cabeza se me pasan cosas positivas y también algún momento malo que he pasado y que ahora se olvida porque en el fútbol todo va muy rápido». El rojiblanco evita la nostalgia y prefiere «pensar en las cosas buenas que están por llegar y en lo feliz que soy aquí».

«Es una situación un poco rara porque llegamos sólo una vez y tuvimos la suerte de meterla», concede el goleador rojiblanco. El segundo mejor del equipo con cuatro tantos, por detrás de Diego Castro. Tanto fue así, que el Sporting apenas celebró el gol hasta el pitido final: «Había que colgarse del larguero y aguantar como fuera. Juan Pablo y los defensas han estado de diez».

Al margen de su repercusión mediática, esta victoria acerca al Sporting al objetivo de la permanencia. «Son tres puntos con los que no cuentas y que te alejan del descenso. El partido ante Osasuna ahora sí que es una final, porque si les ganamos en casa daremos un paso de gigante», explicó. Entre las muchas felicitaciones que recibió están las de sus ex compañeros en el Atlético de Madrid Antonio López y Raúl García, que «se alegran por mí, porque saben que en el Atleti pasé un mal momento con la lesión».

El alicantino agradeció el detalle que tuvo Mourinho al acudir al vestuario para felicitar a cada futbolista del Sporting: «Para nosotros es un gesto muy bonito de su parte, porque no es habitual que un entrenador de su categoría haga eso». Mucho más afectados estaban los futbolistas del conjunto blanco. «Ellos estaban muy tocados moralmente porque quedan pocos partidos y no parece que el Barça vaya a pinchar», analizó. Los aficionados presentes en el aeropuerto jalean al ídolo y su cara de pillo le delata: «Muy pocos futbolistas pueden decir que han ganado en el Bernabeu, que han hecho un buen partido y, sobre todo, ante uno de los mejores equipos en la historia del Madrid».