Su teléfono era ayer un hervidero y su nombre ha sido mentado este fin de semana en las redes sociales hasta tal punto de que alcanzó en Twitter el nivel de «trending topic». Las manifestación de sus ideas y su condición de futbolista recién retirado se han combinado provocando la opinión de mucha gente. Una ola de fama que ha pillado por sorpresa a Javi Poves (Fuenlabrada, 1986). «No me esperaba tal revuelo. De hecho ya había hablado con LA NUEVA ESPAÑA en junio, pero entonces no hubo tal revuelo. Con el reportaje de ahora (ver LA NUEVA ESPAÑA del 7 de agosto) el lío ha sido grande», señala el ex central sportinguista.

Aquel primer reportaje, publicado el 2 de junio y titulado «Un futbolista antisistema», dio a conocer las ideas de un jugador que negaba ser de derechas o de izquierdas y afirmaba ser «antitodo eso». «Creo que lo llaman antisistema», proclamaba por aquel entonces. Sin embargo, no fue hasta este fin de semana cuando surgió el tsunami en la red. Los usuarios de las redes sociales y numerosas páginas web comenzaron a hacerse eco de las declaraciones más lapidarias de Poves, que había tomado la decisión de abandonar el fútbol. Las más repetidas: «Lo que hay que hacer es ir a los bancos y quemarlos, cortar cabezas» o «El fútbol profesional sólo es dinero o corrupción».

Desde entonces, numerosos medios nacionales e incluso internacionales se han interesado en la historia del ex sportinguista, con numerosas llamadas a este periódico. «El otro día se empezó a difundir de forma explosiva por internet y ahora todo el mundo me llama: gente criticándome, felicitándome...», señala Poves, que también ha recibido peticiones de canales televisivos. «Prefiero no aparecer en la tele porque creo que es precisamente uno de los males y no voy a dar mal ejemplo saliendo en la misma», explica el ex futbolista.

De hecho, insiste en matizar que su intención no es hacer dinero con todo esto. «Cada uno puede pensar lo que quiera. Este año no hubiese jugado en Primera, pero sí en una categoría inferior y hubiese vivido del fútbol. Si he renunciado a esa forma de vida no va a ser para ganar ahora cuatro duros faltando a mis ideales, sería algo estúpido», explica Poves, que añade que «puedo jurar por lo más sagrado que yo no me voy a lucrar jamás con este asunto».

El central, que llegó a debutar en el primer equipo del Sporting frente al Hércules, no se siente un perro raro. «En el fondo, aunque haya gente que me critique, porque todo es criticable, creo que todo el mundo debería estar de acuerdo. Todo el que tenga un poco de conocimiento debe saber que las comodidades que tenemos y cómo vivimos es gracias a la desgracia de otros muchos», reivindica. Poves tampoco se siente ofendido porque le tilden de «perroflauta». «Para ofenderme hace falta decir muchas cosas, y dañinas. Creo que no es acertado, pero tampoco me siento ofendido. Es algo que se basa en las apariencias y creo que la gente que utiliza este tipo de palabras para calificar a personas debería plantearse muchas cosas», opina el madrileño.

Lo cierto es que Poves se ha ido formando pensamientos en torno a muchos asuntos. Para ello bebe de fuentes como el sitio web llamado «Global Research» o el economista antiglobalización canadiense Chossudovsky. «No soy comunista, no soy anarquista, no soy fascista. Simplemente me considero un chico que se ha dado cuenta hace bastante tiempo de que algo no funciona bien y de que nos están engañando», explica Poves. Y lo más curioso de todo es que empezó a albergar este pensamiento cuando su «mejor amigo en el fútbol», Guillermo Pérez, actual jugador del Sporting B, le convenció de que los alimentos comerciales vienen «envenenados».