El Campeonato del Mundo más grandioso de la historia del piragüismo quedará marcado por tristeza para la representación asturiana, y de manera especial en la extensión belga que le proporcionaba Carlos Prendes. Los cuatro olímpicos del piragüismo asturiano en los Juegos de Atenas 2004 -Jana Smidakova, Isabel García, Fran Llera y Javier Hernanz- regresan a casa sin el objetivo de lograr el pase para Londres 2012 e impactados por el fallecimiento de Amando Prendes. Cabizbajos por sus resultados, los deportistas llegaron al Principado con la única urgencia de hacerlo a tiempo para acompañar al que fuera su entrenador en el adiós al patriarca de los Prendes.

Se sumaron al homenaje los campeones olímpicos Saúl Craviotto y Carlos Pérez Rial, junto a su técnico, Miguel García, que arropó a quien es su amigo y tantas veces consultor. Porque Miguel y Carlos Prendes mantienen lazos muy fuertes ya desde su época de palistas, estrechados en los inicios del luanquín como entrenador, cuando el candasín ejercía de responsable de la selección española.

Frente a una competición mágica, capaz de reunir a cerca de 80.000 espectadores en las cuatro jornadas, el destino ha sido implacable por el momento elegido. La coincidencia ha querido que la muerte de Amando ocurriera en plena disputa del Mundial cuando uno de sus hijos, Carlos, responsable de la selección belga, afrontaba la clasificación olímpica de su K-2 1.000 metros. Consiguió el reto, pero no pudo celebrarlo porque instantes después supo que su padre había fallecido, una noticia que le ocultaron durante dos horas.

Carlos Prendes es uno los entrenadores más prestigiosos del piragüismo mundial. Su profundo conocimiento de este deporte le ha permitido disponer de ofertas de varios países, aceptando la de Bélgica cuando dimitió como técnico de la Federación Española. Esculpido en la forja de los métodos aprendidos de su padre, la saga Prendes está bien cimentada y goza del reconocimiento internacional, que Amando institucionalizó en España. Otro dos hijos han seguido su estela, ya que Eduardo contribuye actualmente al crecimiento del deporte de la canoa en Ibiza y Lourdes se ha convertido en un referente de la sección femenina de Los Gorilas de Candás.

Máximo compromiso con el trabajo, rigor, investigación e impecables formas han constituido la hoja de ruta de los Prendes. Hasta tal punto que días antes del Mundial, cuando Carlos visitaba a su padre, hospitalizado y comunicándose por señas, le pidió que regresara a Bélgica para ultimar la preparación de su equipo en busca del pase para Londres 2012. Una vez más, le obedeció y obtuvo la clasificación.

Decía Fran Llera al abandonar el campo de regatas de la ciudad húngara que la conocida como la meca del piragüismo debería ser declarada sede permanente de los Campeonatos del Mundo. Siempre Szeged, siempre Prendes.