Lo que empezó siendo un auténtico desastre para Milín Llamedo Álvarez (Club Piragüismo Astur), en el Campeonato de España de invierno, en Sevilla, donde un competidor le rompió el timón de la piragua y le obligó a abandonar la prueba, acaba de concluir con la medalla de plata en el Campeonato del Mundo de maratón, en Singapur, en la categoría sub-23. Entre tanto, otra fecha a enmarcar por el palista parragués es la del 22 de julio, cuando Milín Llamedo logró el dorado metal en el Europeo de maratón, en Saint Jean de Losne (Francia).

-La temporada ha sido sumamente larga, pero bien que ha merecido la pena.

-Cierto. La inicié a principios del año pasado, ya que formé parte del proyecto K-4 del equipo nacional de pista que perseguía su clasificación para los Juegos Olímpicos de Londres. Fue una decepción y me tocó pasar página. Después, tras aquel trago amargo, empezaron a llegar los buenos resultados en la especialidad de maratón y es para estar contento y feliz. El subcampeonato del mundo, así como la medalla de oro continental me compensan anteriores sinsabores.

-¿Y ahora?

-Descansar y olvidarme un poco de la piragua. Voy a estar alrededor de diez a quince días totalmente desconectado, pues necesito relajarme. Han sido muchos días y muchos meses de continuo trabajo. Toca disfrutar de lo conseguido junto a la familia y los amigos. Más adelante, tras esas merecidas vacaciones, iré poco a poco retornando a la rutina de los entrenamientos. Pero, ahora mismo, relax absoluto.

-¿Tiene en mente pelear por la clasificación olímpica en K-1 1.000 metros?

-De momento no lo tengo muy claro. Existe esa posibilidad en 1.000 metros, pero no te asegura que, de ganarte la clasificación, puedas estar en los Juegos. También el K-1 200 metros cuenta con esa misma opción y la Federación Española debe decidirse por uno de ellos.

-¿Le veremos formando pareja de maratón con Iván Alonso en el 2012?

-Iván y yo nos compenetramos bien. Somos jóvenes y tenemos todo un futuro por delante, tanto en aguas tranquilas como en maratón. Quizá sea el compañero con el que mejor me acoplo en estos momentos. Sin duda alguna se trata de una opción más a corto plazo. Pero, insisto, ahora debo desconectar y no adelantar acontecimientos. Todo llegará en su preciso momento.

-El Club Los Rápidos conmemora el cincuentenario de su fundación. ¿Pensó en ello al colgarse la medalla en el Mundial?

-Mis primeras paladas las di en Los Rápidos, con René Cuenco y Alberto Cuadriello de entrenadores. Mi padre y mí tío, Maxi, remaron en Los Rápidos. Mi abuelo, Máximo, fue presidente del club un montón de años. Tengo muy gratos recuerdos y me alegro de sus éxitos, de cómo trabaja con la cantera. La medalla se la dedico a toda mi familia y a la gente que me apoya, en los buenos y en los malos momentos. También a mis amigos del Piragüismo Astur y de Los Rápidos.