Oviedo

El San Francisco se ha quedado sin campo. El Llindón ha sido una de las instalaciones deportivas más afectadas por las inundaciones habidas en Asturias. Al lado del río Nora, en Colloto, el campo en el que juega este equipo de Segunda regional ha sufrido tales desperfectos que no sólo lo inhabilitan para varios meses en principio, sino que además ha sufrido importantes daños materiales.

Antonio Nogales, uno de los jugadores del San Francisco, es el portavoz de la plantilla para hacer un llamamiento con el fin de que los organismos correspondientes presten y agilicen la ayuda, según los casos, que permita al equipo contar de nuevo con su instalación en perfecto estado.

Nogales cuenta que «el desbordamiento del Nora ha supuesto unos daños en materiales que se estiman entre 4.000 y 6.000 euros», una cantidad sin duda importantísima para un club modesto como el San Francisco. No sólo eso, sino que también el terreno de juego, de arena, ha quedado impracticable, tanto que «hasta ha bajado su nivel 15 centímetros, debido a los efectos de la inundación, que en los vestuarios llegó a alcanzar una altura de 1.30 metros».

El Llindón acusó el efecto del agua en la madrugada del domingo y en la madrugada del lunes. Era la tercera riada en los dos últimos años, después de que también se viese afectado por la habida en junio de 2010, aunque entonces los daños se saldaron con un cantidad algo superior a los 3.000 euros.

Ahora el equipo teme que haya perdido el campo para lo que resta de temporada. Según Nogales, «nosotros nos hemos preocupado de buscar campo para el domingo. Será el partido ante el Minas Oviedo, en el Díaz Vega de La Corredoria, pero no a las doce de la mañana, como jugamos habitualmente, sino a las ocho de la tarde; además, no tenemos donde entrenarnos. Administrativamente pertenecemos a Siero, por lo que nos hemos dirigido al Ayuntamiento, que se ha comprometido a ayudarnos materialmente, pero con el campo los del concejo ya están sobrecargados, así que tenemos que agradecer al Ayuntamiento de Oviedo que haya puesto a nuestra disposición el de La Corredoria».