Se acabó la magia del Tartiere. El Oviedo perdió el tercer partido de la temporada en su campo y lo hizo cuando parecía tenerlo todo a favor. Los azules llevaban nueve victorias consecutivas en el Tartiere y recibían a un Atlético de Madrid que llevaba nueve partidos sin conocer la victoria.

Pero la racha se truncó en un partido en el que el Oviedo nunca estuvo a gusto en el campo. En la primera mitad dispusieron de claras ocasiones para adelantarse en el marcador en la primera media hora, pero nunca tuvieron continuidad en el juego, mientras que en la segunda pusieron más corazón que cabeza ante un rival que supo defenderse con orden y acierto y además fue muy efectivo en las jugadas de contraataque.

El partido estuvo marcado también por la nefasta actuación del árbitro, el vasco Segués Oscoz. No tuvo influencia en el marcador en un encuentro en el que tampoco hubo jugadas polémicas, pero desquició a los oviedistas en algunas acciones y en la señalización de las faltas. Basta con indicar que pitó 19 en contra de los locales y sólo cinco al Atlético de Madrid B, que además se quedó con diez jugadores, por la expulsión de Vicente a falta de dos minutos para el final.

La derrota saca a los azules de los puestos de promoción de ascenso, en los que estaban asentados en las últimas diez jornadas.

Al final Pacheta se inclinó por no modificar en exceso el once inicial y hacer los cambios que eran obligados por las sanciones y lesiones. Pascual y Juanpa fueron las novedades, mientras que en ataque apostó por dar continuidad a Martins y Óscar Martínez, con lo que Manu Busto se quedó por primera vez esta temporada en el banquillo del Tartiere.

En la primera mitad, al Oviedo no le hizo falta juego para crear claras ocasiones, mientras que el Atlético de Madrid B aguantó bien atrás la primera media hora y luego, tras ponerse por delante en el marcador en una falta directa de Noguera, en el minuto 28, se creció y creó varias situaciones de peligro a la contra.

La primera media hora fue lo mejor del Oviedo, y además gozó de claras oportunidades para ponerse por delante en el marcador. La primera fue doble, en el minuto 13, en un remate de Martins que repelió el larguero y el posterior disparo de Álvaro fue desviado a córner por Iago en una buena intervención.