Avilés, A. FERNÁNDEZ

El técnico del Langreo, Daniel Suárez, reconoce que los azulgranas tienen «una espinita clavada» tras la derrota en la ida (0-1) en Ganzábal y que quieren resarcirse en el Suárez Puerta del gol de Miguel, que dio la victoria a los avilesinos en el minuto 67.

Suárez sostiene que el partido no es trascendente cara a la clasificación final. «Sea cual sea el resultado, no será en absoluto determinante para ninguno de los dos equipos, puesto que a partir del domingo aún quedarán doce jornadas por delante, es decir, 36 puntos en juego. Todavía queda mucha tela que cortar en esta Liga», explicó.

El entrenador azulgrana reconoce, no obstante, que el partido es importante para ellos porque «estamos ahí, a sólo dos puntos del segundo puesto del Avilés». En todo caso, insiste en que sólo hay tres puntos en juego, «como en cualquier otro partido». Y advierte de que su equipo no va a renunciar al balón. «Al fútbol se juega con la pelota y nosotros no sabemos jugar sin ella, así que la buscaremos para intentar ganar».

Daniel Suárez, por último, no quiere hablar de posibles incidentes entre ambas aficiones. «Yo salí de Ganzábal abrazado a Sietes y a otra gente del Avilés. No vi nada y la feria no fue con nosotros. El domingo hay un partido de fútbol entre el Avilés y el Langreo. Yo no sé más que eso y no hay más historias, ni las tiene que haber», concluyó.